BILBO
La convocatoria del Gobierno de Lakua, que contaba con el apoyo expreso de PNV, PSE, EA, EB y Aralar, así como de sindicatos como ELA, CCOO y UGT, fue secundada por una multitud, que desfiló prácticamente en silencio sólo roto por unos tímidos aplausos por la Gran Vía de Bilbo. Esta importante cifra, en cualquier caso, queda lejos de la marea humana que el 1 de abril del pasado año colapsó las calles de la capital vizcaína en demanda de un proceso de resolución del conflicto respondiendo a la llamada de los agentes políticos, sociales y sindicales que han suscrito el Acuerdo Democrático de Base.
En aquella ocasión, unas 81.000 personas se movilizaron bajo el lema «Es tiempo de soluciones, Euskal Herria, decisión, acuerdo», mientras que ayer fueron casi 44.000 43.962 según el recuento de GARA las que marcharon por Bilbo.
Precedida por dos coches de la Policía Municipal y varias unidades móviles de diferentes medios de comunicación, la cabecera de la marcha partió poco después de las 17.00 horas, aunque media hora antes la pancarta ya había sido desplegada unos metros por delante del Sagrado Corazón. El lema, el anunciado el jueves por Juan José Ibarretxe: «Por la paz y el diálogo. Exigimos a ETA el fin de la violencia».
La misma fue portada durante el recorrido por un grupo de personas, y en una esquina llevaba colgando una bandera de Ecuador. Apenas unos metros detrás, el Ejecutivo de Lakua en pleno, y a cierta distancia un sinfin de representantes políticos e institucionales.
Entre otros, se situaron tras el lehendakari y sus consejeros, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz; el secretario general del PSE, Patxi López; el parlamentario de EB Oskar Matute; la también electa en Gasteiz, en representación de Aralar, Aintzane Ezenarro; los ex lehendakaris Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza; la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao; los diputados generales de Bizkaia y Gipuzkoa, José Luis Bilbao y Joxe Joan González de Txabarri, respectivamente; Iñaki Azkuna y Odón Elorza, alcaldes de Bilbo y Donostia; el presidente del Senado español, Javier Rojo; y el presidente de EUDEL, Karmelo Sáinz de la Maza.
Errazti y Larreina aguardaron
Desde el ámbito sindical, acudieron a la cita, entre otros, los líderes de ELA, José Elorrieta; CCOO, Josu Onaindi; y de UGT, Dámaso Casado.Por su parte, la presidenta de EA, Begoña Errazti y el secretario de Organización de este partido, Rafa Larreina, que estuvieron acompañados de Martin Aranburu y el dirigente de ERC, Joan Puig, esperaron a la marcha varios metros por delante, y se sumaron a la misma cuando pasó por delante suyo. También apoyaron la movilización representantes de partidos como CiU, ERC, ICV, IU y BNG.
La manifestación avanzó a ritmo ligero, y la cabeza apenas tardó una hora en llegar a las escalinatas del Ayuntamiento, donde arribó a las 17.57 horas. Allí, tras aguardar unos minutos para que fuera llegando la gente afirmaron por megafonía que había manifestantes aún en el Sagrado Corazón, pero la cola alcanzaba entonces a la calle Iparragirre, Ibarretxe se dirigió a los presentes para agradecerles su asistencia.
«Estamos aquí para trasladar claramente que no queremos vivir con violencia, para decir que no nos resignamos a legar a nuestros hijos e hijas un país, un pueblo vasco, que no sea un pueblo en paz», declaró le lehendakari, añadiendo que «estamos aquí porque no aceptamos que la violencia de ETA impida ni condicione que todos nosotros decidamos nuestro futuro en paz».
El mandatario autonómico hizo también alusión a la necesidad del diálogo, y afirmó que éste «es indispensable para solucionar todos los problemas en esta vida, porque pensamos que, sin diálogo, no hay futuro ni esperanza».
«Una lección a los políticos
Bajo esta premisa, aseguró que «El Gobierno Vasco, el lehendakari, no vamos a ceder, vamos a seguir tomando la iniciativa política para trabajar y conseguir la paz, para trabajar y conseguir acuerdos políticos que permitan alcanzar la normalización en este país». Asimismo, agradeció a los asistentes al acto su «generosidad», y señaló que «nos estáis dando una nueva lección a los políticos».Tras asegurar que «los protagonistas de esta jornada» eran los participantes en la marcha, Ibarretxe tuvo palabras en recuerdo de Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, fallecidos en el atentado de Barajas, para quienes se guardó un minuto de silencio.