Hoy, en Usurbil, se celebrará una manifestación con el lema «No a la incine- ración, ni en Zubieta ni en ninguna parte».Manifestarse con el NO es fácil, sobre todo en temas complejos como éste. Con un poco de fomentar el miedo y cuatro consignas el coctel está servido. Ante esto lo más difícil es decir que no vas a participar.
No dudo en absoluto de la buena voluntad de muchos de los que participarán, personas preocupadas por su salud y de los seres queridos que les rodean, con la gestión de los residuos y que incluso participan activamente en minimizarlos; pero apelo a que no solamente lo hagan por buena voluntad sino con conocimiento de causa.
Como alcalde de Usurbil me debo a las decisiones de mi consistorio. Y debo recordar que el consistorio de Usurbil acordó en julio de 2004 adherirse al PIGRUG (Plan integral de gestión de residuos urbanos de Gipuzkoa), así como una serie de criterios a la hora de ubicar una incineradora, por ejemplo la ubicación en lugares degradados y no comprometiendo cuestiones medioambientales.
Dicho plan fue diseñado con bastante anterioridad mediante un proceso en el que participaron múltiples asociaciones, incluidas ecologistas. La mancomunidad de San Marcos la presidía un miembro de Batasuna.
De la misma manera que a casi nadie le gusta que debajo de su casa haya un taller mecánico, una cervecería o contenedores, nadie quiere que se ubique una instalación industrial de estas características. Que les pregunten a los pasaitarras y lezotarras si no les gustaría que les quitasen la central térmica.
El tema es claro: o quemamos aquello que no podemos compostar, reciclar, reutilizar, etc.. o lo vertemos en vertederos. Aquí está el quid de la cuestión. La trampa de los convocantes a la manifestación.
Su «alternativa» pasa por ubicar varios nuevos vertederos a lo largo del territorio guipuzcoano. ¿Quién de los que participarán en la manifestación firmaría tener al lado de su casa ese vertedero? El que conteste afirmativamente que vaya a la manifestación.
En declaraciones anteriores he mostrado mi rechazo a la ubicación propuesta por el gobierno donostiarra porque creo que existen ubicaciones alternativas, que minimizan el impacto ambien- tal criterio aprobado por el consistorio usurbildarra y porque mientras no me demuestren lo contrario es una alternativa propuesta para minimizar el impacto en municipios gobernados por el PSOE criterio político. En las propuestas que avanzaban el nuevo Plan General de Donostia no se anticipaba la invasión del territorio que se prevé utilizar para la ubicación de la incineradora. Hubiera sido territorio no urbanizable.
Vuelvo a afirmar que me opondré a la ubicación de la incineradora con todos los medios administrativos y jurídicos al alcance del consistorio usurbildarra. El gobierno donostiarra tiene una visión de ciudad residencial y de servicios, en la que los municipios que la rodeamos somos el patio trasero. El trastero donde ubicamos lo feo, lo sucio, secundario.
Gipuzkoa es un territorio industrializado, con cantidad de empresas contaminantes, algunas de ellas ubicadas en Usurbil y Lasarte-Oria.
Aun a riesgo de ser malinterpretado, lanzo la siguiente reflexión: ¿Cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a dejar nuestro puesto de trabajo en empresas más o menos peligrosas: químicas, fundiciones, papeleras...? ¿Cuántos solicitaríamos su cierre?
Yo no. Eso sí, sería el más riguroso en exigir el máximo de seguridad y garantías sanitarias. El que responda afirmativamente a las preguntas anteriores, que vaya a la manifestación.
Para ir cerrando este escrito, unas palabras respecto a las posiciones de la alcaldesa de Lasarte-Oria. Aclárese. No se puede apoyar el plan de residuos (PIGRUG) y luego apoyar la manifestación de Usurbil; que es la segunda versión de la celebrada en su municipio hace unos días. Manifestación en la que participó, pero sin asumir el lema oficial, que por cierto es el mismo que el de Usurbil.
Por cierto, ya está bien de aprovechar cualquier ocasión para seguir haciendo proclamas anexionistas respecto al enclave de Zubieta, ¿A qué viene mezclar estos dos temas? Zubieta no ha sido, ni es, ni será Lasarte-Oria. Antes apoyaré una Zubieta independiente que como un barrio de Lasarte-Oria.
Por todas estas razones, yo, como alcalde de Usurbil, y como ciudadano responsable e informado de la cuestión de la gestión de residuos, no participaré en esa manifestación. Aunque sí que seguiré esforzándome al máximo para que la ubicación propuesta no se materialice. -