BILBO

La sociedad pública, dependiente del Gobierno español, avalará, por otro lado, la nueva reducción de empleo, que la dirección austriaca eleva a 80 trabajadores, ya que desbloqueará los 30 millones que tiene retenidos a la empresa vizcaina ante el reiterado incumplimiento de las condiciones de la compraventa cerrada en enero de 2004. En la última reunión entre las tres partes, SEPI aseguró que no acordará las garantías para los trabajadores si no se da el visto bueno al nuevo plan industrial. Para acercar posiciones CCOO y UGTse reunieron ayer en Madrid, mientras que ESK y LAB, por un lado, y ELA, por otro, consideran que se está negociando el futuro inmediato de la compañía «a sus espaldas».

Alejandro Oribe, en representación de LAB y ESK, destacó a GARA que la última reunión «sólo ha servido para corroborar que el plan industrial es un nuevo paripé» y, por otro lado, denunció que la sociedad estatal «está eludiendo la responsabilidad que tiene en este proceso, ya que la empresa pasó de manos públicas a manos privadas por decisión de SEPI. Primero los alemanes y ahora los austriacos han incumplido los términos del plan industrial y, sin embargo, la sociedad estatal no se muestra preocupada por esa situación, sino por si vamos a aceptar o no el nuevo plan que es, incluso, peor que el anterior, porque no establece ni cantidades ni objetivos concretos». Carlos Corral, de ELA, lamentó la actitud de SEPI que obliga a los trabajadores a aceptar el plan industrial de ATB «si queremos que nos amplíen las garantías durante el tiempo que dure el plan y nos abandona en esta situación».