IRUÑEA
Este alumno ya sabe demasiado. Ziganda se está doctorando a pasos agigantados y, como es su obligación, no tuvo reparos en sacarle los colores a su teórico profesor. El de Larraintzar, bien apoyado en el momento dulce de forma que vive la plantilla, colocó con inteligencia a sus hombres y desarboló cualquier esperanza colchonera de pasar la eliminatoria. La diferencia entre ambas escuadras quedó patente.Osasuna se puso a los mandos de la nave tras los primeros compases de tanteo. Los colchoneros, que a priori estaban obligados a llevar la iniciativa con la eliminatoria en su contra, no supieron entrelazar más de tres pases seguidos, mucho menos con peligro.
Los de Ziganda habían planteado con sabiduría el choque. Sin descuidar la retaguardia, esperaron al fallo del contrario, que se produjo en más de una ocasión. Ni Maniche ni Luccin conseguían encontrar el pasillo en dirección a Torres. Era Perea quien debía forzar el pase largo sin resultado alguno.
Por contra, un inconmensurable Puñal, bien secundado por el recuperador Nekounam, se puso los galones para dirigir a buen puerto a la escuadra rojilla. El uhartearra ordenó, dirigió y, además, materializó la primera ventaja al cuarto de hora. El 1-0 vino de un saque de banda, clarificador de la intensidad defensiva visitante.
Con el marcador favorable, el desequilibrio entre ambas escuadras todavía se hizo más ostensible. Los rojillos siguieron imponiendo un ritmo que los de Aguirre saltó al campo con el partido casi comenzado no sabían contrarrestar. Un empalme de Soldado cuatro minutos más tarde fue la antesala del segundo gol navarro, otra muestra de la empanada colchonera, gracias a un penalti de pardillo de Seitaridis.
Cesión del esférico
“El Vasco” reemplazó cromos en la reanudación, aunque con una intencionalidad más atacante, al dar entrada a hombres como Agüero y Jurado. Más por la cesión a conciencia del esférico que realizaron los rojillos que por los cambios, el Atlético de Madrid pasó a adueñarse del terreno de juego.
Pero no se tradujo en oportunidades. Más bien al contrario, fue Osasuna quien pudo anotar el tercero. Una de Milosevic y dos de Soldado en el primer cuarto de hora de la segunda parte pudieron ampliar todavía más la diferencia.A los colchoneros no les quedaba otro remedio que volcarse en ataque y también dispusieron de claras ocasiones en los siguientes minutos. Agüero se adelantó en un corner de cabeza y, sobre todo, una escorada falta directa de Pernía que se fue al palo fueron lo mejor de que dispusieron los madrileños para recortar diferencias, junto a un remate solo de Torres.
Para que no faltara de nada, los foráneos dieron muestras de su descortesía deportiva al no querer devolver sendos balones para atender a un rojillo lesionado, lo que provocó una pañolada de la grada.