KALAHARI
Las fuerzas policiales pretendían convencer de que permaneciera en los campos en los que habían sido reubicados al primer grupo de bosquimanos que ha regresado a las tierras de las que fueron sacados de forma «ilegal» con el fin de destinarlas al turismo y a la explotación de diamantes. Los primeros cuarenta se encuentran ya en sus casas de la Reserva del Kalahari, después de que el Tribunal Supremo de Botswana atendiera en diciembre a su demanda de poder volver a los territorios que siempre les han pertenecido.
Aunque tras la decisión judicial se autorizó la entrada a la Reserva a todos los bosquimanos, algunos sólo recibieron «permisos temporales» y entre el grupo de bosquimanos que volvió, se encontraban policías vestidos de paisano.
Las fuerzas de seguridad intentaron persuadirles para que no abandonaran el campo de New Xade asegurándoles que el presidente de Botswana, Festus Mogae, deseaba «primero» mantener un encuentro con ellos, pero los bosquimanos insistieron en volver inmediatamente a sus tierras.
En este sentido, el director de la organización internacional Survival, Stephen Corry, afirmó que confían en que las autoridades del país «no intenten poner obstáculos a los bosquimanos que quieren volver a casa» y que el proceso de retorno se haga «con la mayor tranquilidad y libertad posible».
Tras años de batalla legal, el 13 de diciembre un tribunal autorizó el regreso de este pueblo a las tierras de su propiedad a partir del 12 de enero. Consideró «ilegal e inconstitucional» la expulsión de los bosquimanos y reconoció el derecho a vivir en su tierra ancestral dentro de la Reserva. El Tribunal también sentenció que los bosquimanos «tienen derecho a cazar y recolectar en la reserva», y que no deberían tener que solicitar permisos para entrar en ella.
Varias familias bosquimanas del campo de reasentamiento de Nueva Xade anunciaron satisfechas que regresarían a las comunidades de Metsiamenong y Molapo, en la Reserva de Caza del Kalahari Central, de forma inmediata.
«Voy a construir casas para mi familia, y enseñar a mis hijos pequeños cómo encontrar comida. Mi corazón está lleno de alegría, al saber que pronto volveré a ver mi tierra», señaló uno de los afectado al conocer la noticia.
En la actualidad hay unos 100.000 bosquimanos, que viven en la pobreza repartidos por distintos países de Africa. En el caso del Kalahari, la reserva había sido designada por las autoridades botswanas como una zona de protección de la fauna y flora, pero Roy Sesana, portavoz de este pueblo, siempre ha mantenido que su intención era «despejar la zona para explotar nuevos yacimientos».
El Gobierno dijo que la reserva «es una zona sin servicios de salud ni escuelas» y que los bosquimanos vivirían mejor en asentamientos fuera de ella.