Protesta vecinal durante las pruebas de las rampas mecánicas en Gasteiz
Un grupo de vecinos del Casco Viejo de Gasteiz volvió a mostrar ayer su rotunda oposición a las rampas mecánicas instaladas en el cantón de la Soledad. Lo hicieron bajo fuertes medidas de seguridad y ante la mirada de una nutrida representación institucional, que visitó la zona con el fin de comprobar su buen funcionamiento. El alcalde de la ciudad se mostró «muy orgulloso» tras su ascensión hasta lo alto de la colina. Los tapices arrancarán mañana mismo.
GASTEIZ
Aunque no comenzarán a funcionar oficialmente hasta mañana, las rampas mecánicas instaladas en el cantón de la Soledad del Casco Viejo de Gasteiz fueron arrancadas ayer con motivo de la visita de buena parte del Ayuntamiento para comprobar su buen funcionamiento. Allí estuvieron, entre otros muchos, el alcalde de la ciudad, Alfonso Alonso, el concejal de Urbanismo, Jorge Ibarrondo, y los portavoces del PNV y PSE, Mikel Martínez y Patxi Lazcoz, respectivamente. Todos ellos tuvieron que escuchar las protestas de un grupo de vecinos, que portaban carteles en los que se podía leer “¡Rampas no!”. Mientras los representantes políticos ascendían por los tapices hasta lo alto de la colina les costó cuatro minutos los oponentes lanzaron gritos como «Alde zaharra bizirik», «Especuladores, fuera del barrio» o «No a un barrio escaparate».
«Son una realidad»
Una vez arriba, Marian Gutiérrez, nueva presidenta de la Agencia de Renovación Urbana tras la destitución de Jorge Ibarrondo, y Alfonso Alonso coincidieron en señalar que las rampas mecánicas «son una realidad» y mostraron su confianza en que éstas sean bien acogidas en el barrio. No obstante, el alcalde fue más allá, al manifestar que es «absolutamente incomprensible» que haya personas que rechacen esta actuación, enmarcada dentro del polémico Plan Especial de Rehabilitación Integral del Casco Viejo. En este sentido, dijo que «son los mismos que se oponen a todo, a la recogida neumática de basuras, al tren y a las rampas». E incluso se permitió ser irónico al afirmar que «si fuera por ellos, viviríamos en una ciudad mucho más primitiva». El primer edil de la ciudad manifestó que los tapices van a posibilitar que el Casco Medieval «esté más cerca para todos» y que el palacio de Montehermoso pueda ser visitado de una manera «mucho más cómoda». Calificó esta instalación como «un paso adelante» en la accesibilidad del barrio, a pesar de que desde la asociación de personas con discapacidad física de Araba, Eginaren Eginez, se ha denunciado reiteradamente que éstos incumplen la Ley de Promoción de Accesibilidad. La instalación de las rampas supone un desembolso de cerca de seis millones de euros para las arcas municipales.
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