- Osasuna se queda con siete en el Calderon -
El hombre de negro apost� por la roja
·Lizondo Cort�s se erigi� en protagonista castigando de manera injusta a los rojillos con cuatro expulsiones
AT. MADRID 1 OSASUNA 0
IRU�EA
Est� claro que el Osasuna de los �ltimos tiempos es el de las marcas hist�ricas. Ayer fue el de las negativas. Cuatro expulsados en un tiempo r�cord: apenas dieciocho minutos. Los rojillos sufrieron el �castigo� de su reciente osad�a por eliminar al Atl�tico de Madrid en la Copa y Lizondo Cort�s se autoerigi� en el l�tigo fustigador de semejante afrenta.El colegiado valenciano, quien hasta la jugada del penalti hab�a estado bastante bien que parece serlo y que, aplicando rigurosamente el reglamento, puede sacar la roja a Cu�llar, se volvi� loco de atar en los �ltimos compases de un choque que, aunque intenso y disputado, no justific� semejante desatino. Bien es cierto que no tuvo trascendencia en el resultado final a esas alturas ya campaba el 1-0 en el electr�nico, pero no lo es menos que midi� algunas incidencias del juego con diferente rasero, dependiendo del color de la camiseta. Porque si se expulsa a Soldado por propinar un codazo y a Ra�l Garc�a por su entrada, tambi�n deber�a haberlo hecho en la primera parte a Luccin o Maniche, quienes hicieron lo propio sin recibir castigo. Y el de Zizur Nagusia lo sufri� en carne propia. Pero hablemos de f�tbol. Pese a los siete cambios uno menos de los previstos, pues Corrales tuvo que incorporarse de urgencia al once ante los repetidos problemas de garganta de Monreal, Osasuna se mantuvo en los primeros cuarenta y cinco minutos en su �ltima l�nea de firmeza. La presi�n del trivote rojillo Nekounam, Ra�l Garc�a y Font, bien secundada por los carrileros, cortocircuit� la paup�rrima salida de bal�n colchonera. Los locales, impotentes ante la red tejida por Ziganda y dando muestras de su escasa calidad para circular el esf�rico, se ci�eron a las primeras de cambio a protagonizar env�os largos sobre Torres y el reaparecido Ag�ero, al que esta vez Aguirre no dej� en el banquillo. No llegando a sufrir, una zaga navarra sin fisuras achicaba presta la llegada de balones a�reos sin mucho criterio. Cu�llar y Miguel Fla�o se adelantaban a los puntas por velocidad y buena colocaci�n. Algo extrapolable a la medular, perfectamente situada en el Vicente Calder�n, y con vocaci�n de jugar la pelota. El Atl�tico de Madrid no estaba c�modo y tir� de triqui�uelas para tratar de darle un vuelco a la din�mica del choque. Javier Aguirre, que se acabar�a autoexpulsando por sus continuos gestos hacia el �rbitro una actitud de sobras conocida en Iru�ea, exig�a desde la banda m�s tensi�n a sus jugadores. Para conseguirlo, a falta de facultades f�sicas y t�cnicas, los colchoneros recurrieron a los malos modos. Una entrada de lo m�s habitual de Izquierdo sobre Jurado gener� la primera t�ngana m�ltiple entre ambas escuadras provocada por los iniciales empujones de �ste �ltimo y saldada con dos tarjetas, lo que sirvi� para romper la concentraci�n rojilla.
Tras el descanso, sin bal�n En ese tramo de partido, Osasuna perdi� buena parte del dominio de la pelota el esf�rico no duraba apenas en las botas de los de Ziganda, si bien los arreones madrile�os �nicamente se materializaban en disparos lejanos, con uno s�lo entre los tres palos de Ricardo, ejecutado por Galletti.
Los rojillos se sacudieron el t�mido dominio del rival en los �ltimos diez minutos del primer periodo. Ah� estuvieron las mejores ocasiones, a manos de Nekounam a lanzamiento desviado desde fuera del �rea y en otra oportunidad tambi�n guiada por el iran�, que envi� en profundidad a Font, quien no concret� con su pierna izquierda una privilegiada situaci�n.Por la cuenta que le tra�a, el Atl�tico de Madrid sali� en la reanudaci�n con la idea de variar su trayectoria casera hasta ayer s�lo cuatro partidos ganados de once y su intensidad oblig� a encoger l�neas a los rojillos, que comenzaron a sufrir de verdad. Ricardo contuvo dos buenas incursiones de Torres y Ag�ero. Repitiendo pasados episodios, el �9� colchonero se erigi� en protagonista, forz� un penalti y provoc� la expulsi�n, otra vez, de Cu�llar. Pero fall� en la ejecuci�n. Osasuna, que no hizo ni un solo disparo a puerta con claridad en todo el envite, no fue capaz de aprovecharse del mazazo psicol�gico. Cinco minutos m�s tarde los rojillos no supieron despejar con solvencia un saque de esquina y acab� en un empalme de Z� Castro que se col� pegado al poste. A partir de ah�, el f�tbol se acab� y comenz� la actuaci�n de Lizondo Cort�s.
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