Catalunya se moviliza por un proceso de paz tomando como ejemplo a Ahotsak
Convocadas por más de 80 entidades catalanas bajo el lema «Cap violència, sí al procés de pau» («Ninguna violencia, sí al proceso de paz»), unas 3.000 personas se concentraron ayer en la céntrica Plaza de Sant Jaume de Barcelona para respaldar un proceso de solución y reivindicar diálogo. Entre ellas destacó la presencia de Ahotsak.
BARCELONA
El de ayer era el primer acto de una iniciativa impulsada por distintas plataformas y organizaciones sociales catalanas que no quieren ser espectadoras del proceso, sino que consideran imprescindible la participación activa de la sociedad civil para llegar a la paz. Los impulsores han logrado el apoyo de algunos partidos políticos, entre los que destacan ICV, EUiA, ERC, Ciutadans pel Canvi y distintas formaciones ecologistas, aunque no han conseguido todavía que se adhieran el PSC ni CiU.Dos portavoces de la plataforma explicaron durante el acto, que reunió a unas 3.000 personas, que la convocatoria pre- tendía visibilizar la amplia mayoría que existe en Catalunya a favor de la resolución del conflicto en Euskal Herria. «A pesar del atentado, continuamos convencidos que la paz es posible y el diálogo necesario», destacaron los portavoces. Especialmente emotivas fueron las actuaciones de los cantautores Raimon y Marina Rosell, quienes subieron al escenario para apoyar la iniciativa con su música. También se escucharon, abriendo y cerrando el acto, canciones de Mikel Laboa. Seis mujeres de Ahotsak tomaron la palabra en el acto de Barcelona para explicar cómo se ha forjado esta iniciativa que ya cuenta con la adhesión de más de 5.000 mujeres vascas. Las seis representantes coincidieron en destacar que decidieron empezar a trabajar en común a través de lo que las unía y dejar a un lado lo que las separaba. Jone Goirizelaia destacó que el camino recorrido hasta ahora por Ahotsak ha sido posible por la aceptación conjunta de tres principios básicos: entender que la paz debe implicar el respeto de los derechos; defender que no deben ponerse condiciones al diálogo y que todos los proyectos políticos puedan participar en igualdad de condiciones; y respetar que las mujeres y hombres de Euskal Herria tendrán que decidir su futuro. Y Gemma Zabaleta defendió que el proceso tiene que construirse desde la base, y terminó con un llamamiento a dejar a un lado la palabra «decepción» y recuperar la palabra «esperanza».
«No hay tregua para la paz»
El manifiesto de base del acto iba precedido por la «firme repulsa» al atentado de Barajas. Pero más allá de este rechazo, las entidades que lo apoyan se han unido bajo tres principios comunes: defender el diálogo, apoyar todas las iniciativas ciudadanas que se desarrollen en este sentido, y reafirmar que la opción por la paz debe darse en ausencia de violencia y con respeto de todos los derechos humanos para todas las personas. Termina con un significativo «no hay tregua para la paz».Las reuniones para constituir la campaña empezaron a mediados de diciembre a propuesta de la Plataforma Aturem la Guerra (que se moviliza contra la ocupación de Irak). En las conversaciones posteriores han participado también representantes del PSC. Sin embargo, finalmente este partido, UGT y CCOO decidieron no apoyar la iniciativa, aunque sí lo hacen Ciutadans pel Canvi (que está en la órbita del PSC) y las juventudes de UGT.
Reforzar el proceso y contrarrestar la presión del PP
Reinald Roca, uno de los portavoces de la campaña, expresó a GARA su satisfacción por la respuesta lograda. «Sobre todo es positiva por las repercusiones que pueda tener. Nuestra intención es contrarrestar la presión que hace sobre el Gobierno el ‘partido de la guerra’ y defender que la solución del conflicto no puede ser policial». Seguirán reforzando el proceso desde Catalunya e «insistiremos para que se añadan quienes aún no están», destacó. -
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