Sinn Féin da un paso más para desbloquear el proceso de paz
·Una amplísima mayoría de delegados en su cita extraordinaria pone fin al veto republicano al servicio policial norirlandés
En una decisión histórica que volvió a poner en evidencia la unidad y determinación del republicanismo por avanzar en el proceso hacia una Irlanda libre y unida, Sinn Féin decidió poner fin al boicot a la Policía norirlandesa. El presidente de la formación, Gerry Adams, situó la decisión en la necesidad de «un servicio policial que sea eso, un servicio al público». Instó al unionismo a que muestre liderazgo y desbloquee el proceso.
DUBLIN
Sin sorpresas y con poca controversia. Quizás incluso la Ejecutiva de Sinn Féin se sorprendió de la facilidad con la que la moción que proponía el fin del boicot republicano al servicio policial norirlandés fue aprobada por una vasta mayoría de los 900 delegados presentes en la Asamblea Extraordinaria del partido. Sí se oyeron voces disonantes, pero desde el inicio de la reunión, que abrió el presidente del partido republicano, Gerry Adams, la llamada fue a la unidad. «Cualquiera que sea la decisión, hoy nos iremos como impenitentes republicanos unidos en la consecución de nuestros objetivos», aseguró Adams. Y Sinn Féin acabó la reunión unido en un aplauso hacia sus líderes, que una vez más han sabido sortear una de las cuestiones más peliagudas para las bases republicanas. Como afirmaba el líder republicano, el de ayer fue uno de los debates más importantes en la historia reciente de la nación y del republicanismo irlandés, «una decisión histórica cuyo significado dependerá de su uso en el avance de los objetivos republicanos. Y a la vez, una decisión tomada tras un debate de seis horas que dejó a los delegados exhaustos, y que llevó a uno de ellos a tomar el estrado y exigir la votación sin que acabaran de hablar todos los ponentes. Y así se hizo, con el apoyo de la mayoría de los delegados se procedió a la votación de las enmiendas a la moción presentada por la Ejecutiva, y tras la derrota de aquellas que afectaban al contenido del texto de forma significativa, lo esperado se transformó en realidad entre los aplausos y el alivio de los presentes.
Ejemplo de unidad
Una unidad de la que carecían los que a las puertas del centro hípico y de convenciones RDS se manifestaban contra los republicanos mientras se peleaban entre ellos. Por un lado, Republican Sinn Féin, una escisión del partido que data de los ochenta. Por otro lado, FAIR, el grupo de familiares de víctimas de marcado carácter unionista, que se oponían a la presencia de Sinn Féin en el gobierno norirlandés. Sin embargo, en el interior de la sala de convenciones, en la que se reunieron entre delegados, visitantes, invitados y periodistas alrededor de 2.000 personas, reinaba la distensión ante una decisión que se sabía necesaria. Y una decisión que despertaba gran expectación en buena parte del continente. Adams, secundado por el jefe del equipo negociador republicano, Martin McGuinness, y el portavoz en materia de seguridad, Gerry Kelly, apuntaba a que la participación de representantes de Sinn Féin en las estructuras policiales no era más que un paso natural y necesario para mantener el ritmo de cambio del proceso y recordaba que las comunidades se merecen un servicio de Policía que sea eso, un servicio al público. Un delegado de Belfast casi suplicaba durante su intervención en torno a la necesidad de un servicio policial para la comunidad nacionalista. «Por ello, mis amigos», advertía Adams, «no podemos dejar el tema policial a los partidos unionistas, al SDLP o al gobierno irlandés. Ciertamente no podemos dejárselo a los británicos y no podemos dejárselo a los segurocrátas», insistió el revalidado líder republicano. Y no se la han dejado. Son ahora los unionistas los que tienen que corresponder con una declaración de intenciones clara de compartir gobierno con Sinn Féin. Adams les pedía liderazgo. Ciertamente, la pelota ahora está en su tejado.
Paisley exige ahora «que se demuestre de forma visible»
BELFAST El líder del Partido Democrático Unionista (DUP), el reverendo Ian Paisley, se apresuró a añadir nuevas condiciones para compartir el poder con los republicanos, tal y como estableció el mandato de las urnas en las últimas elecciones. «Ha llegado la hora de que se demuestre el apoyo a la Policía de manera verdadera y visible. Con el camino despejado podrá regresar la democracia», dijo Paisley, quien aseguró que la decisión de Sinn Féin es fruto de las presiones ejercidas por el DUP. Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, aplaudió la decisión de la Asamblea del partido republicano. «El primer ministro da la bienvenida a esta histórica decisión y reconoce el liderazgo que ha supuesto el llegar a ese punto», afirmó un portavoz de Blair. El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, consideró que la «histórica decisión abre la vía» para la restauración de la autonomía. «Es vital que continuemos manteniendo el optimismo generado tras la firma del acuerdo de Saint Andrews y el calendario fijado en ese texto», dijo el jefe del Ejecutivo de Dublín. El Partido Conservador de Gran Bretaña, calificó de «paso adelante» la decisión de los republicanos pero, en sintonía con los unionistas, añadió que «ahora, tenemos que ver pruebas sobre el terreno que demuestren que el movimiento republicano cumple sus palabras con acciones». El ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Hain, consideró que la decisión contribuirá a desbloquear el proceso de paz.
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