WASHINGTON
El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, afirmó ayer que el reciente envío de un segundo portaaviones al Golfo Pérsico es una «fuerte señal» de que su país permanecerá en la región.
«Esto demuestra que tenemos capacidades militares significativas y que estamos trabajando con nuestros amigos y aliados así como con las organizaciones internacionales para responder a la amenaza iraní», dijo en una entrevista difundida en internet por la revista “Newsweek”.
Cheney sostuvo que, de momento, han optado por «la vía diplomática a través de Naciones Unidas», aunque dejó claro que no descartan «ninguna opción».
Preguntado sobre la posibilidad de una acción militar contra Irán, declaró que no haría especulaciones sobre «acciones de seguridad».
En diciembre, el Gobierno presionó al Consejo de Seguridad de la ONU para imponer sanciones a Teherán.
Cheney también criticó a su colega republicano Chuck Hagel por acusar a Bush de «jugar al ping pong» con vidas estadounidenses. «Digamos que creo firmemente en el undécimo mandamiento de Reagan: no hablarás mal de un compañero republicano, pero a veces es difícil atenerse a esa norma cuando Hagel entra en acción», comentó.