Ammar al Hakim, hijo de Abdel Haziz Hakim, líder de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII) fue detenido junto a dos de sus guardias cuando regresaba de Irán y cruzaba la frontera a la altura de Mehran, 130 kilómetros al este de Bagdad.

La televisión pública Al Iraquia aseguró que fue trasladado a la base estadounidense de Kut, al sureste de la capital.

Ammar al Hakim es considerado el número dos, tras su padre, de la ASRII, el principal movimiento chiíta de Irak. Aliada histórica de Irán, la ASRII cuenta con su propia milicia, las Brigadas Badr, con decenas de miles de hombres armados.

Sus seguidores amenazaron con salir hoy a las calles de Nayaf, principal ciudad santa chiíta, si no era liberado.

Doce horas después de su arresto, el Ejército ocupante anunció su puesta en libertad.

Su padre, Abdel Haziz Hakim sustituyó al líder histórico de este movimiento, Mohamed Bakr al Hakim, muerto en un atentado que causó un centenar de víctimas mortales en agosto de 2003 en Nayaf. Refugiado en Irán hasta la invasión, tenía estrechos lazos con la República iraní.

Su hermano y sucesor ha tenido muy buenas relaciones con los ocupantes -fue recibido en la Casa Blanca en diciembre- hasta la detención, en su casa, de un diplomático iraní a finales de año.

Siempre según EEUU, el detenido sería el mayor alto cargo de operaciones de la Fuerza Al Qods de los Guardianes de la Revolución iraní.

Bajas estadounidenses

Mientra la tempestad por la violación de una sunita por policías chiítas no amaina, el Pentágono informó de la muerte de cuatro soldados estadounidenses en ataques de la resistencia.

El jeque Ali al Mashhadani, influyente líder sunita, advirtió al Gobierno chiíta de que su autoridad ante los musulmanes depende de que no indulten a los violadores.