Con motivo de esta curiosa efemérides, la revista oficial de Osasuna de este mes se ha dedicado a recoger un lujoso despliegue de datos, que abarcan los mil resultados obtenidos durante otros tantos encuentros, con goleadores y fechas, inclusive. Un ejemplar que bien merece la pena adquirir para todo buen aficionado rojillo que se precie.

En tres tacadas -mediados los años 50 y principios de los 60, los años 80 y parte de los 90, y con el comienzo del nuevo siglo- ha fraguado el club de la Plaza del Castillo su presencia en la elite del fútbol estatal. Nombres propios como los de Vergara, Sabino, Marañón, Zoco, Alzate, Echeverría, Irigibel, Martín, Brzic, Castañeda, Zabalza, Sammy Lee, Robinson, Urban, Goikoetxea, Ziganda, o los más recientes de Lotina, Aguirre, Puñal, Iván Rosado, Krutxaga.... han sido algunos de los artífices que, aportando su granito de arena con esfuerzo y humildad, han jalonado la presencia milenaria del equipo en Primera.

Tras la breve participación de la campaña 1935/36, Osasuna asentó, con intermitencias, su presencia en la máxima categoría en la década de los 50 y primeros años de los 60. La llegada del longevo portero Eizagirre propulsó a una escuadra de la que no dejarían de salir jóvenes talentos, como Pello Egaña, Marañón, Zubiaurre, los hermanos Glaría, Pachín, o Zoco. Pero sobre todos ellos destacó la presencia de Sabino, el hombre gol por excelencia de la historia del club, con una diana por partido en los 124 que disputó vestido de rojillo.

El equipo tuvo que esperar a la llegada de los años 80 para volver a codearse con los grandes. Los famosos «indios» de El Sadar -así se denominaban a los jugadores osasunistas por su entrega en el campo- dieron un buen número de alegrías a los aficionados en partidos memorables ante rivales de una gran entidad como Real Madrid y Barcelona, ya compuestas por grandes estrellas, algunas del calibre de Maradona.

Ello no evitó alguna que otra penuria, como la victoria in extremis, gracias a un gol de Echeverría, ante el Barcelona en la última jornada de la 82/83, consiguiendo tres puntos que salvaron del descenso. Sin embargo, apenas tuvieron que pasar dos campañas para que Osasuna consiguiera algo hasta entonces impensable: participar en la Copa de la UEFA... y además eliminar en la primera ronda a todo un conjunto mítico como el Glasgow Rangers, de la mano del técnico balcánico Ivan Brzic. Pero sería la era Zabalza la que deslumbraría a propios y extraños en competición liguera. Los rojillos llegaron por vez primera al cuarto puesto, con partidos memorables como el 0-4 al Real Madrid en el Bernabéu, con Urban en plan estrella.

Mucho camino por recorrer

Frente a los números fríos que nos recuerdan que todavía queda mucho camino por recorrer -la escuadra navarra lleva 29 temporadas en la máxima categoría, frente a las 33 de Segunda y 12 en Tercera-, los récords obtenidos en las últimas temporadas animan a pensar que el club está viviendo un salto cualitativo respecto a sus rivales y que incluso comienza a ser conocido en el viejo continente.

De todas esas marcas destacan sobremanera las obtenidas a lo largo de la pasada campaña. Entre ellas, las de mejor puesto (4º), compartido con la 1990/1991; la de más jornadas líder (3); la de victorias totales (21); la de triunfos consecutivos en casa (9) y número de victorias fuera (9); y la de puntos totales finales (68).

Pese a la dificultad para superar nuevas barreras, esta temporada también se ha batido un nuevo récord: el de victorias consecutivas, que se han prolongado hasta cinco, con un diciembre de 2006 en el que Osasuna fue considerado como el mejor equipo del mundo. Y al curriculum de Ziganda hay que sumar que ha igualado el mejor hito europeo: la todavía reciente clasificación para los octavos de final de la Copa de la UEFA.