«En Navarra no hay ninguna crisis», así de contundente se mostró el consejero de Industria y Tecnología, Comercio y Trabajo del Gobierno de Sanz, José Javier Armendariz, en la Comisión de Industria que tuvo lugar ayer en el Parlamento de Nafarroa.

Armendáriz aclaró que aunque «siendo consciente del drama personal de los trabajadores de Mepamsa, Caucho Metal, Inquinasa y BSH ante la pérdida de empleo, actuaremos como hasta ahora, con seriedad y discreción». Y es que para Arméndariz el anuncio de cierre o de traslado de estas empresas «son hechos puntuales, coincidencias». «El Gobierno les mostrará su apoyo a los trabajadores pero no es nuestra responsabilidad, son las empresas las que recortan empleo, no nosotros», añadió el consejero.

Sorpresa

Armendáriz señaló asimismo, que para el Ejecutivo de Sanz también es una sorpresa el anuncio de cierre de las citadas empresas.

«La dirección de Mepamsa nos dijo en setiembre de 2006 que haría nuevos productos en la planta de Noain y resulta que después anuncia el cierre. Para nosotros también fue una sorpresa», afirmó en este sentido. Para el consejero, además, el anuncio de reducir la plantilla a la mitad en BSH-Lizarra, de cesar la actividad a principios de 2008 en Mepamsa o el cierre de Caucho Metal responden a las dificultades propias del mercado. En el caso de Mepamsa señaló que «se trata de un mercado complicado»; BSH se dedica también a un sector «en crisis, ya que la fabricación de aire acondicionado y estufas ya no tienen salida, es normal que quieran empezar a fabricar nuevos productos de mayor valor añadido» y en Caucho Metal «los trabajadores ya han optado por el traslado de parte de la plantilla fija a Logroño, con mejoras salariales, reducción de jornada y con la pretensión de que en dos años se equiparen sus salarios a los de los trabajadores de Logroño, que ahora cobran más».

En el caso de Inquinasa explicó que fue el Gobierno quien «presentó a la empresa el plan de reorganización urbanística para la zona y ahora será ella quien tiene que hacer las inversiones y decirnos dónde se va a ubicar».

Así, para el consejero Armendariz lo único que puede hacer el Gobierno de Nafarroa ahora es «trabajar con las partes y colaborar con lo que éstas finalmente decidan».

Estas explicaciones sin embargo, no fueron suficientes para los parlamentarios presentes en la sesión. En este sentido, Maiorga Ramírez, de EA, criticó al Ejecutivo foral porque «se limita a hacer seguimiento y no prevé los acontecimientos. No puede ser sólo un observador». Ramírez aclaró que para su formación sí que hay crisis en la industria navarra, «se van a perder unos 500 puestos de trabajo», aseguró.

Tanto Txentxo Jiménez, de Aralar como José Miguel Nuin, de IUN y Elma Sainz, de PSN, también criticaron la función de mero espectador del Gobierno de Nafarroa, a lo que Armendáriz respondió que «de las 12.000 empresas que operan en Navarra sólo hablamos de cuatro casos concretos y específicos. Son decisiones unilaterales».

En otro orden de cosas la parlamentaria de PSN aprovechó para recordar a Amerndáriz la crisis del comercio con la cierre de los almacenes Unzu de la capital navarra. Según el consejero, no existe ninguna crisis en este aspecto, es más «durante 2002 y 2006 se han creado más de 3.500 puestos de trabajo en este sector».