Anthony Minghella plantea un viaje intimista por el Londres multicultural
«Breaking and Entering"
El tiempo que suele transcurrir entre película y película para Anthony Minghella suele ser de tres o cuatro años, en una señal equívoca de que el inglés es de los que madura sus proyectos. Quizás por ello el público sigue vinculándole con sus obras oscarizadas, con «El paciente inglés" a la cabeza. En esta ocasión los premios no van a ser la tarjeta de presentación para «Breaking and Entering", que se presenta como un melodrama intimista.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
El cineasta inglés Anthony Minghella ha sustentado su éxito en Hollywood sobre la base de historias que ya habían funcionado antes como best-sellers literarios. El camino al Oscar quedó marcado en oro por «El paciente inglés», con la que obtuvo nada menos que nueve estatuillas, y por ahí transitaron con mayor o menor fortuna las posteriores «Cold Mountain» o «El talento de Mr. Ripley». Ahora regresa de nuevo a sus orígenes en todos los sentidos porque, además de rodar en Londres lo hace sobre un guión de cosecha propia, algo que no había vuelto a intentar desde su ópera prima «Truly, Madly, Deeply».
Sí repite, en cambio, con un actor y una actriz a los que ya había dirigido por separado. A Jud Law le vimos en «Cold Mountain» y a Juliette Binoche en «El paciente inglés», por lo que su emparejamiento suena como a algo anunciado o, por lo menos, esperado. Lo que no resulta tan previsible es el tipo de pareja que forman, pues su encuentro tiene lugar en medio del Londres de la inmigración y la multiculturalidad, concretamente en la céntrica zona de King's Cross.
«Breaking and Entering» ha sido presentado como un melodrama sobre robos materiales y emocionales, dentro de un argumento que lleva de lo uno a lo otro. Él es un ambicioso arquitecto paisajista lleno de grandes proyectos que chocan con la realidad más inmediata, especialmente a raíz de un robo cometido en su moderna oficina y que le supone la pérdida de planos y valiosa información sobre sus trabajos más importantes. Espiando a los precoces ladrones procedentes de los Balcanes dará con la madre de uno de los adolescentes, una mujer bosnia que trabaja de costurera. Será el primer paso para entrar en otra realidad alejada de la suya y al que se irá acercando llevado por sus sentimiento hacia la extranjera.
Es un viaje romántico socialmente ilustrado en los títulos de crédito iniciales, a través de la imagen de un zorro que transita por las calles en sentido directamente inverso desde los barrios pobres a los ricos.
La cambiante demografía de Londres halla también su eco en su geografía, igualmente cambiante. La película está ubicada en el norte de Londres, en King's Cross, una de las zonas tradicionalmente pobres de la ciudad y más peligrosas, que en los últimos cinco años es objeto del proyecto de revitalización y desarrollo urbano más ambicioso de Inglaterra desde la época victoriana. «Yo quería hacer un filme en mi ciudad, en Londres, y acerca de Londres», explica el director Anthony Minghella. «Y una de las cosas que amo de ella es que está llena de gente de diferentes nacionalidades. Culturalmente es un verdadero crisol. Pero éste es un análisis positivo, porque, a la vez, y dado que las diferencias distintivas de clase se han difuminado, todo se ha homogeneizado en una clase media que, en cierta forma, ha desplazado a los trabajadores de `cuello azul'. Ha emergido una clase invisible de trabajadores que no son ingleses y que provienen de diferentes países. Hoy, en Londres, nos mantenemos gracias a un grupo invisible de kosovos, eslovenos, bosnios, brasileños... gente que viene para asumir los trabajos que odiamos hacer. Son invisibles para el estado del bienestar y también culturalmente, pero conforman un alto porcentaje de esta gran ciudad».
Y, agrega, «King's Cross es, de alguna manera, una metáfora de todo el filme. Se trata del cambio de Londres hacia una nueva ciudad: una vida antigua y acartonada transformada por nuevas influencias, más allá del sedimento británico».
A.E.
Dirección: Anthony Minghella.
Guión: Anthony Minghella, Sydney Pollack y Tim Bricknell.
Intérpretes: Jude Law, Juliette Binoche, Vera Farmiga, Martin Freeman, Ray Winstone, Robin Wright Penn, Juliet Stevenson, Rafi Gavron, Poppy Rogers.
País: EE.UU., 2006.
Duración: 119 minutos.
Género: Melodrama.