ELA, STEE-EILAS y ESK opinan que «todavía estamos muy lejos de acercar la igualdad formal a la real» pese a los pasos dados en ese sentido y a que 2007 haya sido declarado como el año de la igualdad, ya que continúan predominando las declaraciones de intenciones por encima de los pasos reales en la dirección correcta.

En una rueda de prensa celebrada ayer en Bilbo los citados sindicatos ofrecieron su diagnóstico ante un 8 de Marzo en el que pretenden denunciar que «las mujeres seguimos siendo las que sufrimos mayores tasas de desempleo y de temporalidad. Además, la inestabilidad y la discriminación salarial, la economía sumergida y la subcontratación son el pan de cada día de muchas mujeres».

Según los datos de estos sindicatos, la tasa de temporalidad del colectivo en Hego Euskal Herria (en torno a un 35%) dobla a la de la UE (15,5%). Además, la tasa de paro de las mujeres es del 8,4%, cuatro puntos superior que la de los hombres.

Las centrales indicaron que «se nos obliga a elegir entre nuestra vida personal y profesional, cargando sobre nosotras el trabajo de cuidado y atención a las personas dependientes». En este sentido, denunciaron la falta de servicios públicos suficientes, y que las mujeres «realizamos la mitad el trabajo de mercado y el triple de trabajo doméstico y de cuidados que los hombres. Sin embargo, ese trabajo sigue sin estar valorado».

ELA, ESK y STEE-EILAS criticaron que «la economía sólo da valor al trabajo realizado en el ámbito público, ocupado todavía hoy mayoritariamente por los hombres y no se ha dado valor al realizado en el ámbito privado o doméstico, reservado a las mujeres».

Estas centrales afirmaron que, pese a que se estén dando pasos y que las mujeres cada vez están más presentes en el ámbito laboral y social, «se nos niega la posibilidad de participar y decidir sobre nuestro futuro, sobre las cuestiones que nos afectan. Mientras esto no se logre, la igualdad real para las mujeres seguirá siendo una utopía».

Así, ELA, STEE-EILAS ESK saldrán mañana a la calle para reivindicar, entre otras cosas, «empleo estable y de calidad para las mujeres», «derecho a ser visibles y derecho a participar y decidir en el ámbito laboral y social».

Al mismo tiempo exigen a las instituciones públicas que «fomenten una educación social que acabe con los roles desiguales e inferiores que se nos atribuyen a las mujeres», y también «que los hombres asuman su responsabilidad en las tareas domésticas y de cuidados».