El presidente ruso, Vladimir Putin, allana el camino a sus planes de dejarlo todo «atado y bien atado» antes de las grandes citas electorales del año entrante al haber logrado que sus dos formaciones satélites -bipartidismo a la carta- vencieran en las elecciones en 14 regiones del domingo.

Su partido Rusia Unida logró de media un 46% de votos, ocho puntos más que hace cuatro años.

Su otro partido, Rusia Justa -una formación creada ad hoc hace escasos meses y que se presenta con la etiqueta de una «coalición de izquierda» logró el 11,7%.

Menos que el 15,7% del Partido Comunista, que minó la sangría recibiendo voto útil de Yabloko.

Con todo, sólo votó el 39% en unas elecciones que abarcan a un tercio del electorado de Rusia.