Las culturas y tradiciones sacras de diferentes países del mundo confluyen en el festival Bilbao Ars Sacrum, cuyos contenidos presentó ayer el alcalde de la ciudad, Iñaki Azkuna.

Bajo el título «Las moradas del alma», el Festival de Música Sacra se desarrollará en distintos puntos de la villa: la Iglesia de la Encarnación de Atxuri, el Claustro del Museo Diocesano y el Edificio Ensanche. Canciones tradicionales sefardíes, oraciones de la liturgia cristiana, música indígena y colonial, notas de denuncia social en Senegal y cantos flamencos a la Virgen componen la diversa oferta musical de este año. Entre las propuestas más innovadoras está un espectáculo de danza basado en el Réquiem de Mozart y una representación sobre la vida de la mística y visionaria monja Hildegard. «Lo difícil es hacer un festival como éste -señaló Azkuna-, traer cosas tan diferentes entre sí y con procedencias tan dispares».

La primera propuesta tendrá lugar el viernes 23 en la Encarnación, donde el conjunto Capilla Peñaflorida ofrecerá un concierto sacro basado en la «Missa Rex Virginum» de Juan de Anchieta, con aportaciones del compositor Pedro Escobar y con la única obra conocida del capellán Gonzalo Martínez de Bizcargui como cierre. Este programa muestra los variados estilos que Juan de Anchieta, capellán, compositor y contemporáneo de San Ignacio de Loyola, supo desarrollar en la música religiosa. La siguiente cita llegará los días 26 y 27 de marzo en el Ensanche de la mano de Producciones Imperdibles, antiguos La Pupa, que presentarán «Réquiem 21 K626», un espectáculo vanguardista y multidisciplinar de danza, música y teatro basado en el «Réquiem en re menor» de W.A. Mozart. Con esta composición como soporte, el espectáculo muestra imágenes cotidianas, con crudeza y realismo, del mundo en el que vivimos, mientras tres bailarines y dos actores participan en una particular ceremonia.

La música de las antiguas colonias de México, Guatemala y Cuba se entremezclará el día 28 en Atxuri. La formación Ars Longa de la Habana, experta en música colonial, rescata de la memoria la música que en el siglo XVI enseñaban los misioneros dominicos a los indígenas de los poblados de Guatemala y México y que son conocidos como Cancionero de Huehuetenango. La utilización de instrumentos tradicionales permite transmitir de forma intacta la fusión de estas músicas.

Omar Pene y Espe Fernández

Siguiendo con el programa, el consagrado músico africano Omar Pene presentará el jueves 29 de marzo en la Encarnación su último álbum, «Myamba» muestra de la música popular de Senegal, enraizada en el folklore africano y mezclada con ritmos de blues, jazz, reggae y salsa. La aportación fundamental de Omar Pene a la música moderna de Senegal fue el añadir a las percusiones tradicionales (sabars), la batería y el teclado de la música occidental, lo que dio como resultado un nuevo estilo, el «mbalax».

El 31 de marzo, pasado el ecuador del festival, se ofrecerá una de las propuestas más complejas del festival. Se trata de una representación-espectáculo que narra la vida y visiones de la monja Hildegard von Bingen (Alemania 1098-1179) filósofa, científica, poetisa y música. Es un «teatro de espacios», tal y como lo definen sus creadores, la compañía italiana Studio Festi. Itinerante -partirá de la Iglesia de la Encarnación y llegará al Museo Diocesano-, rememorará la vida monástica y el itinerario vital de Hildegard a través de distintas narraciones.

El 2 de abril la Iglesia de la Encarnación se llenará de los sonidos de la música tradicional sefardí del próximo Oriente a través del grupo barcelonés Mashala!, cuyos componentes proceden de distintos países, y que dirige la canadiense-sefardí Ellen Gould Ventura. La última cita, el 4 de abril en la Iglesia de la Encarnación, será «Dios te salve, María», en la que la cantaora Esperanza Fernández homenajeará a la Virgen por soleás, nanas rocieras, tanguillos, seguiriyas y sevillanas.