Vuelta a empezar
"Hannibal, el origen del mal"
Rejuvenecimiento de la saga sobre el caníbal Hannibal Lecter con la sustitución del veterano Anthony Hopkins por Gaspard Ulliel, bajo el pretexto de buscar los pretendidos orígenes del monstruo.
M. I. | DONOSTIA
La saga sobre el caníbal más famoso de la literatura y el cine modernos llega de forma inevitable a su «precuela», seguramente debido a que el actor inglés Anthony Hopkins necesitaba un relevo y era necesario retroceder en el tiempo, remontarse a los supuestos comienzos del terrorífico personaje. A partir de ahora, y a nada que «Hannibal, el origen del mal» funcione en taquilla, tendremos nuevas aventuras centradas en la etapa juvenil del antihéroe, con el rostro no menos inquietante del actor francés Gaspard Ulliel, que viene de ser dirigido por Gus Van Sant en el film colectivo «Paris, je t'aime».
El veteranísimo productor Dino De Laurentiis no va a desaprovechar el filón, aunque hay que reconocer que fue el primero en llevar a la pantalla al monstruo creado por el novelista Thomas Harris, con la hoy un tanto olvidada ópera prima de Michael Mann, «Hunter», basada en «El dragón rojo», lo mismo que el posterior remake homónimo nacido a la estela de «El silencio de los corderos», de Jona-than Demme, y «Hannibal», de Ridley Scott.
Todo indica que el joven Lecter se presta, aunque sólo sea por la empatía con el público de esa edad, a un tratamiento estético más gore. Algo que a priori no casa con la imagen que el realizador inglés Peter Webber dio en su debut con la pictórica «La joven de la perla», un elegante drama de época del que precisamente ha querido distanciarse mediante un encargo bien diferente y tras el que no va a correr el peligro de ser encasillado.
Volcado en un tipo de espectáculo más sombrío y a la vez impactante, su mayor problema ha sido la dependencia obligada para con el guión de Thomas Harris, que es el primero originalmente escrito para el cine por un autor acomodado dentro de tan rentable franquicia. El novelista se traiciona a sí mismo y a su personaje, tratando de justificar por qué ha llegado a ser como es. El genuino morbo de Lecter residía en la falta de razones para su forma de actuar, con lo que, al intentar buscarle unos antecedentes, cae en su propia negación o reducción al estereotipo marginal de otra víctima más de la sociedad.
«Hannibal, el origen del mal» relaciona la naturaleza desviada de Lecter con los casos de antropofagia experimentados por los combatientes de la II Guerra Mundial, concretamente uno protagonizado por milicianos lituanos en plena campaña de invierno, que fueron a alimentarse para sobrevivir de la carne humana del hermano pequeño del protagonista. El posterior refinamiento como gourmet de dicha apetencia irrefrenable va asociado a una dama que le inicia en los lujos orientales, papel que sirve para introducir a la actriz china Gong Li.
Título original: «Hannibal Rising».
Dirección: Peter Webber.
Intérpretes: Gaspard Ulliel, Gong Li, Rhys Ifans, Dominic West, Kevin McKidd, Richard Brake, Stephens Walters.
País: Coproducción, 2006.
Duración: 117 minutos.
Género: Terror.