Maite SOROA
Ya llegan al galope
Ahora que las tropas de Rajoy galopan ya hacia Iruñea, los heraldos del invasor se esfuerzan en animar a la población a salir a los balcones y recibirlo como un libertador. Ardua tarea, ¡sí señora!
Pascual Tamburri, en «El Semanal Digital» se deshacía en elogios al nuevo caudillo y empezaba por contarnos lo rechupi que se lo pasó en Madrid: «Miren ustedes a la cara a la gente: verán hoy sonrisas en muchos de sus conocidos, y son los que acudieron a manifestarse o se sintieron regocijados por el éxito de la manifestación. Son los mismos que el viernes llevaban diez días huraños y enfadados, convencidos de que Zapatero ya había logrado descuartizar el país para ETA: hoy están resacosos del triunfo, felices de haber aportado su presencia a la gran victoria, convencidos de que el pueblo puede parar en las calles la rendición».
Y sigue haciéndole la ola al señorito: «El PP ha acertado al culminar con su manifestación tres años de creciente descontento popular, uniendo con una sola bandera a todos los españoles que no quieren dejar a sus hijos un país amputado, destruido o dividido, peor del que recibieron (...) Zapatero quiere construir una entelequia revolucionaria paralela a la de los marxistas de ETA. Sus adversarios, sencillamente, queremos proseguir una historia milenaria». Es ingenioso el heraldo, ¿verdad?
Y ahora viene el plato fuerte, la plaza a conquistar y en la que coronar a Rajoy: «El siguiente y más importante asalto de esta batalla se va a librar en y por Navarra (...) el gobierno de Navarra ha convocado a los ciudadanos para defender en las calles de Pamplona la identidad y libertad del viejo reino». Y eso lo hacen los apologetas de la invasión... ¡tiene bemoles!
Para concluir, una revelación: «Navarra pide a todos sus hijos y a sus amigos del resto de España que prosigan, tras el éxito del día 10, la obra iniciada. Si socialistas, nacionalistas y comunistas tienen en mayo una mayoría aunque sea de un voto, con o sin Batasuna, Navarra será el precio del `proceso de paz'. Zapatero ha hecho posible que hoy el PP y UPN hayan vencido la inercia tecnocrática de algunos dirigentes, porque el centro social de la nación ha impuesto su voz y su estilo en las calles. Pamplona debe llenarse el próximo sábado de españoles sonrientes». Pues que se tomen unos txikitos antes de la mani.