El estadounidense Bode Miller y la austríaca Renate Goetschl se proclamaron ayer ganadores de la Copa del Mundo de supergigante, después de que se disputara en Lenzerheide (Suiza) la última prueba de la temporada de esta especialidad.

Miller se hizo con el trofeo tras finalizar cuarto en una carrera en la que el vencedor fue el noruego Aksel Lund Svindal. El austríaco Benjamin Raich y el canadiense Erik Guay completaron el podio. El estadounidense ha fundamentado su triunfo en supergigante con sus victorias en Val Gardena (Italia) y Hinterstoder (Austria), ambas en diciembre.

Sin embargo, no podrá aspirar a la general de la Copa del Mundo porque, pese a cumplir en descenso -con triunfos en Beaver Creek y Wengen- sus problemas en el eslalon le han dejado apartado de la lucha con Raich y Svindal que, a falta de dos pruebas, están en cabeza con 1.155 y 1.152 puntos, respectivamente.

En féminas, Goetschl no terminó la prueba al salirse en una de las puertas. Sin embargo, tenía su victoria matemáticamente asegurada con anterioridad. La más rápida en la pista de Lenzerheide fue le sueca Anja Paerson, campeona del mundo de esta especialidad, por delante de las austríacas Andrea Fischbacher y Marlies Schild.

Con este resultado, Schild acentúa un poco más su ventaja en la general de la Copa del Mundo sobre su compatriota Nicole Hosp, quinta ayer. Ahora son 70 los puntos que separan a ambas -1.442 por 1.372- a falta de dos pruebas.