El ciclismo amateur vasco está de enhorabuena. Egoitz García, una de las promesas del pelotón, ha recuperado el brillo. El vizcaino del Seguros Bilbao venció en la primera etapa de la Vuelta a Valladolid y por fin tuvo una alegría, después de dos años malos en el Würth. El de Atxondo ha recuperado sus mejores sensaciones y disfruta «como un juvenil» de la bicicleta en su tercer año sub 23.

Doble campeón de Bizkaia y Euskadi en sus dos años en cadetes, siguió con una sobresaliente trayectoria en juveniles y fue mundialista en Verona 2004. Los equipos amateur lanzaron sus redes y se decantó por el Würth, de Juan González y Alberto Leanizbarrutia, y bajo el manto protector de Manolo Saiz. Una decisión equivocada, según nos revela.

Su triunfo en la Vuelta a Valladolid ha llegado en el momento justo y certifica su acierto de fichar por el Seguros Bilbao. «Sentí mucha alegría, y después de dos años sin ganar casi ni me lo creía», recuerda.

«Yo lo he dado todo hasta el último día. Fui con la idea de ganar la Vuelta y, aunque perdí el liderato el segundo día, el domingo demostré que fui ambicioso», explica.

Ha recuperado la alegría por pedalear en el Seguros Bilbao. «Es otro ambiente y es un equipo de casa», subraya. «Necesitaba afrontar un año nuevo y comenzar con otra mentalidad. He recuperado la ilusión y estoy disfrutando de la bici como en juveniles, cuando en Würth no he gozado casi nada».

A disgusto en Würth

Y es que de sus impresiones se deduce rápidamente que las dos campañas que ha corrido en el Würth han sido malas: «¿Un resumen? Pues no hay mucho que resumir. No han sido dos años buenos para nada».

Después de sumar 26 victorias en juveniles, en 2005 ganó la primera carrera amateur que disputó en Camargo. Fue un espejismo. Nunca encontró su sitio en el Würth. Además, la Operación Puerto salpicó a Saiz. «Algo sí que afectó», confirma, aunque revela que no se encontraba a gusto desde bastante antes. «Ya quise cambiar el primer año al Seguros Bilbao. Me convencieron y me arrepentí durante todo el año», asegura.

«He pasado por momentos difíciles, con ganas incluso de retirarme. Afortunadamente, he tenido una familia que me ha apoyado mucho, la novia,... y he salido adelante», añade.

Ahora afronta el futuro inmediato con más optimismo. «No esperaba la victoria, ha llegado rápido, y a partir de ahora quiero competir con más tranquilidad. Venga lo que venga, estoy motivado», señala.

Con la moral alta, sus próximas carreras son Laukiz, Gorla y Balentziaga. Su buen momento no ha pasado desapercibido y disputará la Lieja-Bastogna-Lieja con la selección española, y en mayo estará en Bidasoa. «Tengo que aprovechar este momento. Valladolid me ha dado un punto más», avisa.