El Congreso exige la salida de las tropas de Irak para finales de 2008
En una apretada votación, el Congreso estadounidense exigió la salida de las tropas de Irak para finales de 2008 y autorizó 124.000 millones de dólares en fondos adicionales para Irak y Afganistán. George Bush, tal y como había prometido, afirmó que vetará la medida que, en su opinión, es «una dejación de responsabilidades" de los demócratas y «posterga la entrega de recursos vitales que necesitan nuestras tropas". En Irak, mientras, continuó la violencia.
GARA |
La Cámara de Representantes de Estados Unidos exigió ayer la salida de las tropas de Irak para finales de 2008 pero, al mismo tiempo, aprobó una medida que autoriza 124.000 millones de dólares en fondos adicionales para Irak y Afganistán, 96.000 millones para el primero y otros 7.000 para el segundo.
El presidente George Bush solicitó 103.000 millones de dólares para sus planes bélicos y prometió que vetaría cualquier proyecto de ley que interferiera en las misiones militares de EEUU en los citados países. Y así lo hizo ayer. «Yo lo vetaré si lo envían a mi despacho», afirmó en una breve aparición pública.
En su opinión, el proyecto de ley «posterga la entrega de recursos vitales que necesitan nuestras tropas» en Irak y calificó la votación -218 votos a favor y 212 en contra- como «una dejación de responsibilidades» por parte de los demócratas.
Dijo que la medida contiene gastos que no guardan relación con lo que él había pedido, impone calendarios artificiales y «no tiene posibilidad de convertirse en ley... y se mantendrá mi veto», reiteró.
El debate así como el resultado del mismo reflejó las divergencias entre demócratas y republicanos sobre la guerra de Irak. Republicanos como John Shadegg, de Arizona, subrayó que la aprobación supone «una enorme victoria para Al Qaeda y para los islamistas radicales en el mundo». En cambio, los demócratas inciden en que las tropas de EEUU no pueden permanecer de forma indefinida
Aplausos y satisfacción
Momentos antes de la votación, un grupo de manifestantes que gritaba consignas contra la guerra fue expulsado del pleno de la Cámara.
La presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, leyó el cómputo de votos entre ruidosos aplausos y sin ocultar su satisfacción por la aprobación de la iniciativa que, ahora, pasará al Senado, donde los demócratas tienen una exigua minoría y necesitarán, por lo menos, 60 votos para que salga adelante.
Y mientras en Washington debatían, en Faluya, doce personas, entre ellas, cinco miembros de una misma familia murieron en esta ciudad iraquí cuando el vehículo en el que viajaban pisó una bomba. Un sexto pasajero que viajaba junto a ellos resultó gravemente herido.
En Amarityat al Faluya, aldea situada en la periferia este de la ciudad, seis guerrilleros murieron en combates con las tropas estadounidenses. En el oste de Bagdad, un soldado y un marine de EEUU fallecieron en diferentes ataques.
Otro ejemplo de la trágica realidad de este país, es el elevado número de iraquíes que en 2006 solicitaron asilo. Según informó ayer la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), alrededor de 22.000 ciudadanos pidieron refugio en Europa, Estados Unidos y otros países industrializados, siendo éste el número más alto desde el inicio de la invasión en 2003. Esta cifra supone, además, un aumento del 77% respecto a 2005.
El viceprimer ministro suní, Salam Al Zubaie, resultó ayer herido en un atentado suicida perpetrado cerca de la fuertemente protegida Zona Verde de Bagdad, en el que fallecieron diecisiete personas. Las primeras informaciones indicaban que Al Zubaie se encontraba herido de gravedad y había sido ingresado en un centro hospitalario gestionado por las fuerzas estadounidenses para ser intervenido de urgencia, aunque con el paso de las horas, la versión oficial señalaba que sus heridas eran de carácter leve en una pierna.
Los hechos ocurrieron cuando el autor de la acción hizo detonar la carga que llevaba cuando Al Zubaie -uno de los dos viceprimer ministros del jefe del Ejecutivo, Nuri al Maliki- y otros fieles se dirigían a una mezquita próxima a su residencia.
Entre los fallecidos se encuentra el asesor del viceprimer ministro suní y entre los heridos, cinco de sus escoltas.
Las distintas fuentes no se ponían ayer de acuerdo sobre el momento en que se produjo el atentado. La Policía informó de que los fieles estaban saliendo del templo, mientras que Ziad al Ani, dirigente de la formación suní Partido Islámico Iraquí, aseguró que el kamikaze hizo detonar la carga dentro de la mezquita durante la oración del viernes. El templo se encuentra en el jardín de la vivienda y oficina de Al Zubaie, en una zona residencial próxima a la Zona Verde y al Ministerio de Asuntos Exteriores, a la que se permite acceder a los fieles.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su consternación por el atentado contra Al Zubaie, con quien se reunió la víspera durante su visita a Irak.