CRíTICA rock
Tablas, ecletismo y buen hacer en Bilborock
Izkander FERNÁNDEZ
Precisamente unos vizcainos, The Name, fueron los encargados de despertar el Villa metálico. Lo hicieron con una mezcla de diferentes estilos bien amalgamada y notablemente respaldada desde la voz y los instrumentos. Metal alternativo, gótico y algún toque thrash acompañó la actuación de una banda con tablas que realizó un gran trabajo de guitarras solventemente ayudado por una sección rítmica que funcionaba a espasmos.
Darksound, de Badajoz, no bajó el pistón. Comenzó titubeante pero pronto rompió el hielo para terminar con un concierto efectivo. Buenas formas, buena técnica y composiciones competentes conformaron la propuesta, que únicamente se resintió en la puesta en escena, algo hierática. Su sonido pecó de arrimarse demasiado a Incubus, aunque, cercano o no, original o no, Darksound sonó tan compacto como para sacudirse el lastre de parecer, por momentos, un clon de otro.
Sólo necesitaron tres temas para ponerse por delante de los vizcainos y presentar una candidatura, temprana, a una final que debe esperar tres propuestas superiores.