A pesar del frío, la lluvia y la nieve que aún ocupa gran parte de las vías y aceras de Gasteiz, fueron miles y miles las personas que salieron a las calles de la capital alavesa para correr detrás del testigo de Juan Gorriti. Los gasteiztarras acogen siempre con gran estusiamos todas las ediciones de Korrika, y la decimoquinta no fue menos.

De hecho, fue tal el volumen de personas que quisieron expresar su apoyo a esta iniciativa, que la marcha se ralentizó al poco de entrar en el área urbana, y se dieron importantes retrasos en los relevos.

Uno de esos relevos había sido reservado por los grupos del Ayuntamiento, y en un principio estaba previsto que fuera un edil del PP quien portara el testigo, pero finalmente no acudió nadie de este grupo, y la talla de madera fue llevada por los representantes del resto de los grupos municipales. Gritos como «PP entzun, Araba euskaldun» pudieron oirse en toda la ciudad, y cuando la marcha llegó a la plaza de la Virgen Blanca también arreciaron lemas en contra del PNV, que portaba el testigo en aquel punto. A la formación jeltzale le sucedieron los represnetantes de la izquierda abertzale Txema Matanzas y Mati Iturralde, que entregaron a los jeltzales la propuesta para un marco democrático al tiempo que recogían el testigo.

Por los presos, contra la tortura

Cuando Korrika 15 pasó ante la Comisaría de la Policía española se coreó «Alde hemendik, utzi bakean!», y los prisioneros políticos vascos fueron recordados especialmente cuando el testigo lo llevaron los amigos de los presos. También hubo, en todo el recorrido, grandes «señales de tráfico» con el lema «Torturari Stop!».

En la jornada de hoy, en su camino hacia Iruñea, Korrika 15 entrará en tierras guipuzcoanas.