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Juanan Morales, la breve historia de un agradecido trabajador del baloncesto

Los recuerdos que tiene uno de él son verlo retorcerse con el tobillo roto en un partido ante Italia, con la cabeza rapada junto a Tomás Jofresa tras ganar a Olympiacos la final de la Euroliga y verlo con Tau Baskonia. Es Juanan Morales, un trabajador del basket, un gran hombre.

La vida parece tratar bien al bilbaino, que se muestra como un hombre pausado e inteligente. Ya no vive el baloncesto con la misma pasión, sino con una mirada de agradecimiento. «Después de retirarte vives el baloncesto con otra perspectiva. Te das cuenta que aquellas cosas que eran terriblemente importantes no lo son tanto. Cada cosa tiene su momento. Pero el interés sigue ahí. Vivo cerca de Badalona y, como DKV Joventut ha jugado la Euroliga, he ido a verlos contra Panathinaikos, Olympiacos, Maccabi, CSKA... que es interesante verlos jugar».

Cuestionado acerca del pronóstico de la eliminatoria entre Tau y Olympiacos lo tiene claro el ex jugador bilbaino: «Veo a Tau como favorito claro. Olympiacos echa de menos a un ex baskonista como Macijauskas y está padeciendo la bajísima forma física de Schortsianitis».

«La plantilla de Olympiacos -continúa- se caracteriza por tener jugadores de alto nivel individual y por tener un juego muy anárquico y depende mucho de la inspiración de los Penn, Acker y Domercant. Por su parte, Tau también tiene jugadores de muy alto nivel y un juego de bloque mucho más sólido y mucho más equilibrado entre el juego exterior y el interior».

Recuerdos e impresiones

El bilbaino fue un pívot bregador, un trabajador de las canchas. Por ello, pasó por varios de los mejores equipos de Europa, tales como Joventut, Real Madrid, Panathinaikos, Panionios, Tau u Olympiacos. Fruto de ese trabajo, logró ganar la Final Four de 1994, convirtiéndose en el segundo vasco en lograr ser campeón continental, después de Juanma López Iturriaga.

«Una de las cosas de las que estoy satisfecho es haber estado en equipos que peleaban por los títulos. He jugado tres Final Four y he ganado una, pero queda la satisfacción de saber que siempre he estado con los mejores. El baloncesto es un deporte de equipo, y en un equipo hacen falta muchos jugadores muy diferentes».

Preguntado por su experiencia en Tau Baskonia y Olympiacos, recuerdos casi contradictorios asaltan la memoria de Morales. «El recuerdo de mi temporada en Tau es que fue una temporada rara. El club cesó a Salva Maldonado aunque el equipo estaba en buena situación y con Julio Lamas cambiaron muchas cosas, convirtiéndose en objetivo clasificarse para la Euroliga, cosa que logramos. Personalmente, empecé muy bien, pero me lesioné muchísimo y me tuvieron que operar tres veces. Eso me deja un regusto un poco amargo».

«Por otro lado, cuando jugué en Olympiacos fue el año en que me retiré, 2003, venía de estar virtualmente retirado por una grave lesión en la espalda. No obstante, surgió la oportunidad de ir al Pireo y, además, no quería dejar el baloncesto en al cama de un hospital y pude retirarme al máximo nivel y con buen sabor de boca. Fue un año bastante bueno de Olympiacos, donde estuvimos a punto de llegar a la Final Four y fue un año donde disfruté mucho, y es que cuando estás casi retirado y vuelves a jugar ves las cosas con una óptica diferente».

Por otra parte, los recuerdos de Morales están asociados a la Euroliga. Dos años más tarde de perder la Final Four ante Partizan de Belgrado, aquel 21 de abril de 1994, el mítico 7Up Joventut de Villacampa, en una final decidida por un histórico triple de Corny Thompson, se imponía al Olympiacos de ex NBA como Tarpley y Paspalj, indiscutible favorito para todos. Aquel 59-57 resarcía de la amargura de la final de la final perdida por los Morales y compañía.

«Tendemos a tener memoria selectiva ¯recuerda¯ y acordarnos de los buenos momentos. Cuando llegué a Olympiacos me recordaron aquella final de la Liga Europea que les ganamos con el Joventut en Tel Aviv. Si soy sincero, creo que la Liga Europea que `nos tocaba' ganar fue la que perdimos ante Partizan. Sin embargo, la temporada que ganamos había sido un año con muchos problemas, pero ganamos la final».

Morales nunca ha sido una estrella, ni falta que le ha hecho. «Tal vez hubiese brillado más en equipos de menor nivel, pero no me hubiese compensado». Es Juanan Morales, un trabajador silencioso, un gran hombre.

Arnaitz GORRITI

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