«¡Porque lo digo yo!» es una comedia rosa que responde exactamente al perfil de lo que en Hollywood entienden por una película para mujeres, lo que equivale a muchos kilos de azúcar en la tarta nupcial, teniendo en cuenta que deben terminar obligatoriamente en boda.

La protagonista es una Diane Keaton muy metida en el papel de madre posesiva, máxime cuando ya se sabe que es una de las caracterizaciones en las que la exageración está permitida y hasta aconsejada. Su obsesión es la de casar a la única de sus tres hijas que falta por pasar por el altar y, aunque siga siendo una conservadora, se pone al día en cuanto a técnicas modernas para la elección del novio ideal. A través de internet surgirán dos candidatos totalmente opuestos, y ni qué decir tiene que la madre prefiere al de mejor posición social.

La chica deberá luchar por el amor del que de verdad le gusta, que es más atractivo y desinteresado. La moraleja será una advertencia para las mamás entrometidas.