Mitxel Irigarai Vecino de Auritz
Plan Estratégico de Desarrollo del Pirineo
El desarrollo del Pirineo tiene que ser regulado (con todo lo que esta palabra indica) y basado en la realidad
Si en el Plan Estratégico de Navarra, el Gobierno tiene pensado que las líneas maestras para el futuro de este herrialde pasen por un cinturón industrial en la Ribera, otro alre- dedor de Iruñea, y dejar el Pirineo como zona turística y de ocio, no sé dónde encuadrar el borrador presentado en setiembre para el Pirineo. ¿O todo va bien dirigido a esos intereses?
La población en Auritz, a 1 de enero de 2005, era de 315 habitantes, y un martes laborable cualquiera de noviembre de 2006 cuento 157, incluidos 45 jubilados y 28 en edad escolar. El desarrollo del Pirineo tiene que ser regulado (con todo lo que esta palabra indica) y basado en la realidad.
Haciendo un breve análisis del plan para el Pirineo, veo que en el apartado referido al sector primario nada se dice de la «importación» ni de los precios de mercado, y sí de ayudas económicas al sector. Yo creo que tienen que regular la «importación» y los precios de mercado, tanto para productos directos como indirectos, para que el sector no tenga que recurrir a la mendicidad de subvenciones que le condicionen su existencia de por vida.
En lo referido a promoción del tejido empresarial, de siete «acciones» a realizar, no concreta ninguna, salvo la que se refiere a «promoción de actividades empresariales» como proyectos emblemáticos, servicios turísticos y servicios gerontológicos. Todo esto me suena sólo a turismo.
Respecto al impulso de infraestructuras industriales, el estudio se limita a actuar sobre cinco polígonos industriales. Me parece relativamente bien, pero, sin un estudio donde se contemple la regulación de necesidades, tipos de empresas y condiciones, me resulta de escasa credibilidad esta parte del plan.
En la enseñanza, generaliza y anuncia mejoras. Pienso que en las enseñanzas básica y profesional habría que incidir regulándolas de acuerdo a las necesidades.
En lo referente al patrimonio cultural y museos, vuelve a generalizar. Sobre el euskara, no hay plan, sólo ayudas. Vistas las actuaciones sobre nuestro idioma, creo que quien presenta el plan no transmite voluntad a nivel de herrialde de cambiar su política lingüística. La normalización del euskara necesita un cambio radical con un cambio de política total. En cultura, museos... pienso que urge una regulación de los museos actuales en base a las necesidades de estos momentos, e investigar dónde están nuestras raíces culturales. No se puede generalizar «a lo grande».
En desarrollo urbanístico todo se traduce a «promoción, ayudas, apoyos...» de planes urbanísticos. Yo pregunto, ¿como los realizados y proyectados a lo largo del Pirineo? Esto no ayuda al desarrollo del Pirineo. Opino que este punto se debería regular dando prioridad a las necesidades de primera vivienda, urgente valoración de lo positivo y negativo para el Pirineo con el tema de segunda vivienda y regularizarlo. La segunda vivienda me huele a turismo y vía transpirenaica de gran capacidad.
Otro apartado interesante para mencionar puede ser el de espacios naturales. Sólo leo «elaboración de planes...» dentro de este ¿plan? No sé qué quiere decir. Entiendo que con una buena regulación de cómo, cuándo y quién debe actuar en los espacios naturales (desde su mantenimiento hasta su aprovechamiento) sería la base idónea para su correcta sostenibilidad.
Sobre servicios, también encuentro la palabra «mejora» sin más especificación. Se debería regular este punto en base a las necesidades y capacidad.
«Mejora, promoción, impulso, potencialización...», se repiten en el apartado destinado al turismo. Considero muy grave y peligroso basar en un solo sector el peso económico de una zona como el Pirineo. Echando un vistazo a zonas costeras o macroturistizadas se aprecia este peligro. Un plan regularizando el sector y el eskualde sería lo más correcto.
Sobre infraestructuras, considero que el 80% de lo planificado obedece al interés turístico. Una vez hecho un estudio donde se regule un desarrollo real del Pirineo, y tras detectar las prioridades, habría que proyectar un plan de comunicaciones relacionado con las necesidades.
En resumen, tenemos un plan de desarrollo pirenaico que carece de una regulación en todos y cada uno de los sectores, que parece dirigido a basar el peso económico de la zona en un sector. Un plan muy oportunista ante las próximas elecciones y con escasa credibilidad, dado el plan de desarrollo que tiene UPN para el herrialde. Propuestas por parte del Pirineo, más ricas en contenidos y equilibradas en los diferentes sectores se han echado atrás en los despachos de Iruñea sin saber por qué.
¡En fin!, una razón más para que José Mari Esparza la incluya en un posible segundo libro de «Cien razones por las que dejé de ser español».