Un estudio apuesta por «agitanar la escuela paya» para mejorar la enseñanza
Un trabajo de investigación efectuado por el Grupo de Estudios para la Cohesión Social de la UPV-EHU apuesta por «agitanar la escuela paya, al punto que el alumnado gitano se mueva en un clima de confianza».
Agustín GOIKOETXEA |
El Grupo de Estudios para la Cohesion Social de la UPV-EHU (Koheslan) está efectuando un exhaustivo trabajo sobre los gitanos e inmigrantes en su ciclo de vida adolescente, que aporta datos de interés para la tarea de integración de estos colectivos en la sociedad de Euskal Herria. En el capítulo referido a los gitanos ha contado con la colaboración, por ejemplo, del Consejo para la Promoción Integral y Participación Social del Pueblo Gitano en el País Vasco.
En el ámbito escolar, el estudio apuesta por la presencia estable de personas de la comunidad gitana en las aulas y fuera de ellas «para agitanar la escuela paya, al punto que el alumnado gitano se mueva en un clima de confianza y reconocimiento de la misma como espacio común, también de los gitanos». Se trata, según reconocen los propios autores, no tanto de «aplaudir a los jóvenes estimulados con sus estudios como el animar a los que no lo están».
Otro campo en que creen importante intervenir es el familiar, donde consideran que el «gran respeto a los mayores» debe ser aprovechado «como una oportunidad para el diálogo intergeneracional y no como un obstáculo para el desarrollo personal». En este sentido, explican que padres y madres de los adolescentes entrevistados han demostrado interés y les han animado a estudiar y a formarse profesionalmente.
Destacan los miembros de Koheslan la predisposición positiva de las chicas gitanas a adecuar sus planes de vida tradicionales a las características actuales de la vida educativa y sociolaboral. «El espíritu cooperativo que demuestran las chicas gitanas, puede facilitar espacios de comunicación para dialogar acerca de los obstáculos que encuentran a su plena inclusión social y de las formas de superación de los mismos», remarcan.
Otra de las conclusiones que extraen es que los adolescentes que se mueven en la vida con claves de éxito logran importantes cotas de estudio y de inserción laboral, por ello estiman necesario que «refuercen su capacidad de afrontamiento de dificultades y aspiren a lo máximo». Así, en el ámbito educativo, inciden en que el estímulo de profesores y educadores sociales de la comunidad gitana, junto al de su entorno, «les ayuda a forzar su empeño por dar el mayor nivel».
El otro gran capítulo de la investigación se refiere a los jóvenes inmigrantes, a quienes consideran que hay que reconocerles su propia realidad cultural para fortalecer su autoestima y la cohesión social allí donde viven. Además, se apuesta porque los centros educativos den a los recién llegados una información clara sobre la importancia de conocer euskara y castellano, «tanto para su inclusión en igualdad como para la cohesión de la sociedad». Cobra gran importancia, según el estudio de la UPV-EHU, que se ofrezcan recursos para que el aprendizaje pueda realizarse con «garantías de calidad».
Servicios sociales de calidad
Se hace necesario apostar «decididamente» por unos servicios sociales con objetivos claros, «insertos entre las redes escolares, las familiares y las comunitarias, y bien equipados de recursos humanos y materiales para trabajar en pro de la cohesión social».
Hacen votos por la constitución de redes de solidaridad que «amortigüen» los efectos negativos de los contextos familiares degradados, las malas experiencias escolares, las vivencias de rechazo comunitario o los ambientes racistas o xenófobos que «expulsan a los más castigados a espacios de alta densidad de riesgo». Afirman, además, que las «altas expectativas» estimulan al adolescente inmigrante a afrontar las dificultades de progreso en su proyecto.
«Es crucial el apoyo por parte del centro escolar en el terreno idiomático, especialmente en los primeros años de escolarización de los adolescentes inmigrantes».
«Toda práctica que se aplica desde la perspectiva de una educación intercultural ayuda sobremanera a la calidad de vida de los jóvenes inmigrantes en los centros educativos» de Euskal Herria.