El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) afirmó ayer que las minas antipersonas son una de las principales causas de la demora de la mayoría de operaciones de retorno de refugiados a sus lugares de origen. «Cada vez que nos encontramos con problemas relacionados con las minas, nos vemos obligados a suspender el viaje, a pesar de las ganas que tiene la gente de volver a casa», declaró Judy Cheng-Hopkins, comisionada adjunta de Operaciones del ACNUR.

Las demoras pueden llegar a ser de hasta un año si al tiempo invertido en limpiar las carreteras de minas se le suma la temporada de lluvias, durante la cual los traslados no son posibles.

Indicó que los refugiados que viven en campamentos «tienen poco riesgo de sufrir un accidente con una mina» al contrario que los desplazados, que están en constante movimiento.