Osasuna parte hoy rumbo a Alemania, donde mañana escribirá otro capítulo de su historia europea. Esta vez le toca enfrentarse a uno de los equipos más potentes del torneo -aunque a estas alturas ya es complicado encontrarse alguna perita-, pero la entidad del rival no resta un ápice de ilusión a los rojillos, que, tras la final de Copa y la entrada en Champions, tienen metido entre ceja y ceja firmar otra temporada inolvidable.

La próxima piedra en el camino se llama Bayer Leverkussen, un equipo completo. «Los cuatro defensas son internacionales y el pivote defensivo también -recordó ayer José Angel Ziganda, al ser cuestionado sobre la supuesta debilidad defensiva de los alemanes-. Y la línea ofensiva tiene mucho fútbol y gol». Y por si fuera poco, el conjunto teutón está «en un buen momento de forma».

En lo que respecta a su juego, el Cuco destacó que «su mentalidad es la de atacar y tener el balón. Hasta los defensas son de salir. Así que tenemos que hacerles daño, porque si defendemos los noventa minutos habrá problemas», advirtió.

Nada de encerrarse, por tanto, y sí muchas ganas de morder. «Disfrutar y pelear» es, de hecho, la consigna de Ziganda para este encuentro. El técnico rojillo siempre ha dejado claro que, frente a la prioridad de la Liga, la Copa de la UEFA es un regalo, una de disputar partidos de los que siempre apetecen, con más ilusión que motivación de por medio. Pero no es menos cierto que, a estas alturas de la competición, el «premio» al que puede acceder Osasuna «es algo que no puedes dejar escapar ni regalar». «Tenemos motivación por todos lados -añadió-. Es algo histórico para nosotros y lo tenemos que disfrutar y pelear. Para que nos saquen de ahí nos tienen que dar, y fuerte. Vamos a oponer buena resistencia y a ver si podemos venir aquí con opciones», deseó.

Y es que ése es el objetivo del «disfrutar y pelear» que propugna Ziganda. Lo ideal, evidentemente, sería sentenciar la eliminatoria en el BayArena pero, probablemente, el Bayer Leverkussen pondrá unos cuantos peros a esa posibilidad. La segunda mejor opción, lógicamente, es firmar un resultado que deje las puertas abiertas -a ser posible del lado rojillo- para que la eliminatoria pueda decidirse la próxima semana en el Sadar. No en vano, como subrayaba Ziganda, «en la vuelta y con el campo lleno sí que somos un rival duro de pelar».

Tan ilusionados como el técnico están, evidentemente, los jugadores rojillos, que incluso rehúyen de viajar con la piel de cordero a cuestas. Por algo Osasuna «ha demostrado» llegando a cuartos de final «que está a la altura de estas competiciones» y que, si hace bien las cosas, es capaz «de plantarle cara a cualquiera», tal y como recordaba ayer Miguel Flaño.

El zaguero admite que no hay que pasarse sacando pecho, porque el rival «es un equipo muy bueno», pero descarta aún más viajar con el más mínimo temor o completo. «No es momento de dudar. No podemos ir a especular ni con dudas. Tenemos que ir convencidos de que vamos a hacerlo bien, porque es un partido vital en el que no podemos cometer errores». El objetivo está claro: «hay que hacer un buen partido, para conseguir un buen resultado y tener opciones» en el partido de vuelta.

Y, sobre todo, viajar con la «máxima ilusión» -no parece que haya problemas en ese sentido-, porque el equipo se encuentra ante un partido «importantísimo para el club para entrar en la historia».