En poco más 45 minutos de ascenso desde Anoeta, los alrededor de 250 delegados de LAB se plantaron ante la sede de Adegi en Miramon, custodiada por ertzainas encapuchados. «Aquí detrás está el responsable del neoliberalismo en Gipuzkoa, Adegi», afirmó Amaia Almiral, antes de que Garbine Aranburu y Rafa Díez se dirigieran a los concentrados en un acto organizado para defender la negociación colectiva y denunciar la política de la patronal.

El secretario general de centró su intervención en la actitud de los empresarios guipuzcoanos y en la división sindical que beneficia a la patronal guipuzcoana a la hora de encarar una negociación que se encuentra vía muerta.

«La postura de los empresario, tanto en las formas como en los contenidos, es arrogante y retrógada -afirmó Díez-. La prepotencia de los responsables de Adegi no tiene límites y, sobre todo, la de algunas personas que sobreviven siempre a todos los cambios institucionales en esta casa. Hay personas como Arturo García-secretario adjunto de la patronal- y Apecechea, conocidos por todos en muchos años de negociación colectiva, que son ejemplos de esa posición arrogante y prepotente».

El dirigente sindical también se refirió al «crecimiento económico del que todo el mundo habla. Todos los días vemos en los medios de comunicación datos sobre los beneficios de esta o aquella empresa. Estamos en un contexto de crecimiento económico con records de beneficios, y luego nos hablan que tenemos que ser más competitivos, que tenemos que bajar los costes sociales. En la práctica lo único que quieren es abordar ese debate para ganar más, para explotar más y erosionar más derechos laborales. Dicen que aquí no somos competitivos. ¡Mentira! Ellos manejan bien los datos, saben que en Euskal Herria el coste de mano de obra por hora es de los más bajos de Europa, por lo tanto, que no nos vengan con esa hipocresía de la competitividad», indicó.

«¿Y que hacen ante esta situación las instituciones y González de Txabarri?», se preguntó Díez, para continuar afirmando que «no habréis oído nunca una palabra de consideración [de la Diputación] en relación a trabajadores en lucha, a la situación de trabajadores en precario. Sin embargo, con estos -dijo señalando a la sede de Adegi- se llevan bien, hacen buenos negocios, se sacan las fotos, tiene buenas migas. Las instituciones de este herrialde, lo estamos viendo estos días con el impuesto de sociedades, que no es más que otra medida para regalar dinero a los empresarios, colaboran y dan cobertura a esta patronal sedienta, ansiosa y avariciosa que no tiene límites. Tenemos que denunciar la posición de Adegi, pero también la responsabilidad del ambito institucional por darle cobertura. Esta sede de Adegi podría estar tranquilamente en la plaza de Gipuzkoa -lugar donde se encuentra la Diputación-, son lo mismo, tienen la misma política. Al final, las instituciones se han convertido en una subcontrata de estos, que son los que realmente gobiernan y manejan los hilos del herrialde».

«¿Y qué hacemos los sindicatos?», continuó. «Arrastramos una dinámica que está vaciando y condicionando los convenios sectoriales sin alternativas. Estamos perdiendo terreno ante la patronal si seguimos condicionando la evolución de los convenios sectoriales. No podemos admitir que existan hoy convenios dormidos, porque es la antítesis de un sindicalismo de clase y colectivo, porque vaciando la dinámica sectorial lo que hacen es corporativizar la acción sindical, desvertebrar la negociación colectiva». Por ello, Díez pidió lograr el «máximo grado de de confluencia y, por qué no, parar Gipuzkoa ante Adegi. Tenemos que converger, no podemos favorecer la estrategia de Adegi de divide y venceras. Es la reflexión que queremos trasladar a los sindicatos».