GARA > Idatzia > Txokotik

Txotxe Andueza Periodista

Días de cuchillos largos

El alcalde de Donostia dijo tras conocer la dramática escena de violencia sexista que se había producido el lunes en una calle de su ciudad, que todas las mujeres que sufren acoso, violencia o amenazas deben denunciarlo. Es lo deseable. Pero Emma Patricia, que lucha por sobrevivir a las heridas producidas por la persona de quien quería que las instituciones le protegieran, tal vez dude de los beneficios de presentar denuncia por hechos semejantes. De hecho, el domingo había presentado una solicitud de protección y había sido citada para la 1 del mediodía del día en que su agresor intentó acabar con su vida.

La violencia que se ejerce en el ámbito de las relaciones afectivas, de pareja, familiares... ha encontrado en nuestra sociedad muchas excusas y muchas circunstancias favorables. Entre las primeras se encuentra toda la serie de justificaciones del sentido de propiedad que albergan los hombres que agreden, y entre las segundas la consideración de que la violencia ejercida en el ámbito familiar era un problema cuya gestión correspondía única y exclusivamente a las personas que componen el núcleo familiar. Por eso, en la lucha contra esta violencia se asume ya que es fundamental afrontarla como un problema social y que sólo la igualdad de derechos y oportunidades entre los sexos puede acabar definitivamente con ella. Las leyes de igualdad y de lucha contra la violencia de género se basan ya en estas premisas. No así la práctica cotidiana de las distintas instituciones. Si no, no podría entenderse que en unos días de cuchillos largos como han sido los anteriores, -tres ataques contra mujeres con diferentes «armas blancas»- se haya producido tan poquito ruido en torno a ello, en un país tan dado a magnificar los actos de violencia.

Con motivo de la muerte de un taxista y de un joven en Bilbao, Iñaki Azkuna anunció una guerra contra los navajeros. Pero estos llamamientos no se producen cuando maridos, parejas, padres... usan el cuchillo de la cocina común. Mientras algunos advierten de «peligros» afortunadamente lejanos (secuestros exprés, robos en chalets...) muchísimas mujeres temen estar durmiendo con su enemigo. Las medidas de protección, por ahora, no les sirven y no les servirán mientras la violencia contra ellas siga estando en un muy segundo plano en las agendas de los «prohombres» que copan las instituciones de este país.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo