Diputados libaneses antisirios y de la oposición próxima a Damasco se acusaron mutuamente ayer del bloqueo parlamentario y la crisis política en el país. El presidente del Parlamento, Nabih Berri, impidió ayer que los diputados progubernamentales accedieran a la Cámara, impidiendo una sesión en la que se iba a ratificar la creación de un tribunal internacional para juzgar la muerte en atentado del ex primer ministro Rafik Hariri. El de ayer fue el tercer intento de los diputados de la mayoría de obligar a Berri a permitir la sesión.

La decisión de Berri ahonda en el bloqueo parlamentario y la crisis política que vive el pulso del Gobierno con la oposición, que pretende derrocar al Ejecutivo del primer ministro Fuad Siniora, al que consideran «ilegal e inconstitucional» desde la dimisión de los ministros chiíes porque «viola el pacto de coexistencia por el que todas las comunidades deben estar representadas».

La mayoría parlamentaria acusa a Siria de intentar minar la independencia del país a través de sus aliados de la oposición y sostiene que Damasco, a quien imputa la muerte de Hariri, pretende impedir la formación de un tribunal internacional. Siria niega cualquier implicación en aquel atentado.

La batalla por el poder se ha extendido hasta el presidente del país, Emile Lahoud, un cristiano firme defensor de los sirios, que es boicoteado por Siniora y sus aliados parlamentarios.