Demasiado «hooligan» con teclado
Imanol INTZIARTE
La cosa tiene bemoles. Va el Real Madrid, el rey en ganar partidos de penalti inexistente y en el último minuto -recuerdo algunos piscinazos de Juanito o Butragueño que ríanse de Phelps-, y monta una campaña de agárrate que hay curvas porque, dicen, hay un contubernio para evitar que gane la Liga. Al parecer, y esto lo digo yo, el pacto anti merengue se extiende por toda Europa y ya va por su cuarto año. Porque esta puede ser la cuarta temporada en que el club blanco se quede con sus vitrinas en ídem.
Como a los pobres siempre nos consuela ver que los ricos también lloran, nada mejor que echar un vistazo a la prensa deportiva de la capital española. También se me pasó por la cabeza ver El Rondo, pero mis tragaderas no llegan a tanto.
Por si alguien no lo sabe, el Madriz cascó el sábado en Santander tras encajar dos goles de penalti. El árbitro se apellida Turienzo Álvarez, y al pobre hombre le han dado estopa hasta en el cielo del paladar.
Estos son algunos titulares del domingo: «Esta es la cara del hombre que aleja al Real Madrid de la Liga. Verdugo Turienzo». «El Madrid era líder... hasta que se le antojó a Turienzo». «Un `amigo' para el Barça y un `látigo' para el Madrid». «Turienzo no le hace eso al Barcelona». «El Racing encerró al Madrid y el árbitro lo remató». Así hasta la saciedad. Y ayer, más de lo mismo.
La esposa de Javier Turienzo, natural de Barakaldo pero afincado en León, declaraba en uno de estos medios que incluso han llegado a recibir amenazas telefónicas. La imagen que acompañaba la información era la del portal en el que se halla la vivienda, así que ya habrá quien sepa dónde vive.
El día que pase algo grave -como el botellazo a Juande Ramos-, harán unas portadas en las que todo serán lamentos. Hay demasiado hooligan con teclado.