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Jukka TAKALA - Director de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo

Gestionar mejor la prevención

Los últimos estudios que la Universidad Tecnológica de Tampere de Finlandia muestran que el número de enfermedades mortales relacionadas con el trabajo (19%), así como las muertes causadas por las sustancias peligrosas (32%), se han incrementado.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), para la que estuve trabajando más de 25 años antes de incorporarme a mi actual puesto como director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, anunció hace unos meses ya el tema elegido para la celebración de este 28 de abril, por cierto, con un lema bastante sugerente: «Lugares de trabajo seguros y saludables. Hacer realidad el trabajo decente».

Y digo que resulta un eslogan especialmente sugerente para la organización que ahora dirijo, porque ya en el año 2006 la Agencia europea puso en marcha una iniciativa en los Estados miembros de más reciente incorporación y los países candidatos a la Unión Europea, que precisamente lleva el título de «Iniciativa para un lugar de trabajo saludable» (Healthy Workplace Initiative, en sus siglas en inglés). Iniciativa de la que continuamos su segunda ronda de actividades en 2007 y que precisamente el 27 de abril tengo el gusto de inaugurar en Nicosia, en Chipre, en el marco de este Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

Se trata de una iniciativa dirigida a las pequeñas y medianas empresas de estos países, mediante la que se les ofrece asesoramiento, a través de seminarios y publicaciones ad hoc, sobre evaluación de riesgos y mejora eficaz de las condiciones de seguridad y salud en los puestos de trabajo de sus compañías.

El mensaje último de la campaña «Lugar de Trabajo Saludable» es el de que un entorno de trabajo seguro es al mismo tiempo un buen negocio. No sólo es un factor esencial para el bienestar de los trabajadores, sino también para garantizar que las empresas sean eficaces y su actividad sostenible, y que prosperen a largo plazo.

Por otra parte, no quiero dejar pasar la oportunidad de hacer referencia en este día a otro aspecto de la seguridad y la salud laboral, que me preocupa especialmente y creo que debería ser prioritario en las políticas de seguridad y salud mundiales, europeas y nacionales, y que algunas organizaciones sindicales del Estado, por ejemplo, han elegido también como tema central de este 28 de abril.

Se trata de las enfermedades profesionales y las sustancias peligrosas (riesgos químicos).

Las organizaciones sindicales llaman la atención sobre la necesidad de implantar el programa europeo REACH sobre productos químicos, así como desarrollar un nuevo Real Decreto sobre enfermedades profesionales de los trabajadores. Destacan la necesidad de formación e información para la acción preventiva y hacen hincapié en el subregistro de enfer- medades profesionales en las estadísticas oficiales y en el vacío informativo que sigue existiendo sobre el uso real de sustancias químicas.

La campaña sindical presta una especial atención al problema del amianto

Yo, que comparto esta preocupación por la importancia de las enfermedades profesionales, a las que a veces se infravalora frente a la mayor visibilidad inmediata de los accidentes de trabajo -sobre todo, los mortales- quisiera aprovechar esta oportunidad para presentar en primicia algunos datos sobre el cáncer de origen laboral.

Los últimos estudios que la Universidad Tecnológica de Tampere de Finlandia hizo para la Organización Internacional del Trabajo (en los que yo mismo tomé parte, y que están a punto de ser publicados oficialmente), llevan a cabo una actualización de las cifras de estimaciones globales sobre accidentes de trabajo (con datos de 2003) y enfermedades relacionadas con el trabajo (con datos de 2002).

Se aprecia que el número de enfermedades mortales relacionadas con el trabajo (19%), así como las muertes causadas por las sustancias peligrosas (32%), se han incrementado.

Asimismo, estos estudios revelan que la magnitud de los cánceres relacionados con el trabajo y las muertes que ocasionan son más altas que estimaciones conocidas con anterio- ridad.

Así, las cifras actualizadas reflejan que como media, el 9,6 % de todas las muertes por cáncer son atribuibles al trabajo. En el área de la Unión Europea (27 Estados miembros) 95.581 muertes causadas por cáncer en 2002 están relacionadas con el trabajo. Esta cifra podría ser comparable al número estimado de accidentes de trabajo mortales para el mismo período en la UE, que asciende a 8.900.

Detrás de estas muertes por cáncer, los factores causales conocidos son: el amianto, el humo de tabaco ambiental en los lugares de trabajo (fumadores pasivos), y otras sustancias y agentes cancerígenos. La prevención debería empezar por la eliminación, la prohibición, la sustitución y otras medidas que minimicen la cantidad y la calidad de la exposición a cancerígenos. Esto exige unos mejores sistemas de gestión de seguridad y salud a nivel de empresa y sistemas funcionales, estrategias y programas a nivel nacional y regional.

Precisamente, a nivel estratégico, la nueva estrategia comunitaria sobre seguridad y salud para el período 2007-2012, que lleva el título «Mejorar la calidad y la productividad en el trabajo», que hizo pública la Comisión Europea el pasado febrero, tiene como principal objetivo una reducción continua, duradera y homogénea de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.

Entre las acciones para alcanzar este objetivo, muchas de ellas relacionadas con la correcta aplicación de la legislación de la Unión Europea, favoreciendo para ello la mejor adaptación y simplificación de la normativa, se presta también especial atención a las sustancias peligrosas.

Así, la estrategia establece que la Comisión adoptará una tercera lista de valores indicativos para los agentes químicos y evaluará las medidas adoptadas a raíz de la recomendación relativa a la lista europea de enfermedades profesionales.

La Agencia Europea seguirá sus acciones relacionadas con las sustancias peligrosas, tanto en investigación y seguimiento de nuevas tendencias y riesgos emergentes desde su Observatorio de Riesgos, como en recopilación de buenas prácticas en prevención, desde su unidad de Condiciones de Trabajo.

Y. desde la unidad de Comunicación y Promoción, seguiremos intentando consolidar una cultura preventiva en la sociedad europea, a través de nuestras campañas informativas anuales.

Este año 2007 está dedicado, precisamente a la prevención de los trastornos musculoesqueléticos (TME), que representan, según la cuarta y última encuesta europea de la fundación de Dublín, los problemas de salud relacionados con el trabajo que más afectan a la población trabajadora de Europa.

Los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral son alteraciones que sufren estructuras corporales como los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios, huesos y el sistema circulatorio, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo y los efectos del entorno en que éste se desarrolla.

Casi el 24% de los trabajadores de la Unión Europea afirma sufrir dolor de espalda y el 22% se queja de dolores musculares.

Con el eslogan «Aligera la carga» (Lighten the load) la campaña europea 2007 pretende llamar la atención sobre este problema y ofrecer información y herramientas para su mejor evaluación y prevención.

En el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, como director de la Agencia Europea, quiero acabar este artículo dedicando un recuerdo a todos los trabajadores que perdieron su vida a causa de unas deficientes condiciones de trabajo y manifestar nuestro sólido compromiso por seguir intentando que el trabajo no sea sinónimo de muerte o enfermedad, sino más bien al contrario, hacer de Europa un lugar para trabajar seguro, sano y productivo.

GARA

 

Más de 6.000 trabajadores fallecen al día en el mundo por la falta de seguridad


Hoy se conmemora el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. La falta de medidas de prevención en los centros de trabajo están provocando una elevada sangría a nivel mundial. Se estima que en el mundo 2,2 millones de trabajadores mueren a causa del trabajo. De ellos 355.000 son accidentes de trabajo mortales y el resto se deben a enfermedades profesionales contraídas por esa causa. Según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 270 millones de trabajadores sufren lesiones graves no mortales y otros 160 millones de trabajadores padecen enfermedades de corta o de larga duración por causas relacionadas con su trabajo. Lo que está claro es que la falta de medidas de seguridad y puestos de trabajo insanos predominan entre los empresarios que, en realidad, sólo buscan obtener mayor nivel de riqueza a costa del trabajo inseguro de sus empleados. La realidad es terrible en cualquier parte del mundo, como denuncia OIT. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que ese organismo internacional calcula que el coste total de los accidentes y la mala salud equivale al 4% del Producto Interior Bruto mundial, «una suma veinte veces superior a la ayuda oficial para el desarrollo». En el informe de 2007, se reconoce que «la gran mayoría de los accidentes son prevenibles». Esa organización exige que tanto en el ámbito de los diferentes estados y en las empresas se debe de insistir en la necesidad de la puesta en práctica de «una sólida prevención, sustentada en las correspondientes prácticas de presentación de informe e inspección, bajo los convenios de la OIT». Esta organización internacional destaca, por otro lado, que en la mayoría de los países falla a nivel preventivo esa realidad, pero también censura que en otros «no se aplica la legislación». No hay que ir muy lejos para toparse con ese incumplimiento. En Hego Euskal Herria y en el Estado español la tasa de siniestralidad es el doble que en el conjunto de la Unión Europea. Dos son las causas fundamentales de esa terrible situación que conllevó que en 2006 fallecieron 129 trabajadores en Euskal Herria y casi 1.000 en el conjunto del Estado español. El principal problema se encuentra en la elevada precariedad laboral, que provoca que los trabajadores trabajen a ritmos elevados, sin formación ni información. La tasa de temporalidad en Euskal Herria duplica la de Europa. Y el segundo problema radica en que las empresas incumplen de forma sistemática la legislación en materia preventiva. La OIT advierte, una vez más, de que la relación entre la seguridad y la salud en el trabajo y la productividad es clara. «Unas condiciones de trabajo deficientes desde el punto de vista de la seguridad y de la salud atentan contra la productividad, pues los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo son muy onerosas y acarrean muchas consecuencias directas e indirectas graves para la vida de los trabajador,s sus familias y sus empleadores». Sin embargo, advierte de que un trabajo en condiciones de salud y seguridad adecuadas supone «una mejora en la productividad y en los beneficios de la empresa». De hecho, el estudio de la OIT reconoce que el Estado español se encuentra en el vagón de cola de la competitividad debido al importante índice de accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores, ya que se producen unos 7,5 fallecidos por cada cien mil trabajadores. Finlandia ocupa la mejor relación entre competitividad, que es la más elevada, y tienen un índice bajo de accidentes mortales. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo plantea ya entre sus prioridades para 2007 una actuación directa entre las pequeñas y medianas empresas. De forma especial, se insistirá en las microempresas «no sólo porque éstas emplean a la mayoría de los trabajadores de la UE -el 72% de los puestos de trabajo están ocupados en las mismas-, sino porque la tasa de incidencia de los accidentes es más elevada. Los datos confirman que sectores como la Agricultura, la Construcción y el Transporte se encuentran en los niveles elevados de accidentalidad laboral.

La Confederación Europea de Sindicatos (CES) puso de manifiesto ayer que en la UE, mueren cada año 150.000 personas a consecuencia de un accidente de trabajo o de una enfermedad profesional. El cáncer es uno de los problemas más importantes que se producen en en el trabajo. En el Estado español el cáncer aumentará casi un 50% más entre los mayores de 65 años hasta 2020, en muchos casos debido a las condiciones de trabajo. J. B.

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