El presidente golpista de Pakistán, Pervez Musharraf, dio por finalizada su visita a Bosnia y reresó de urgencia a su país tras el atentado que causó la muerte de 22 personas y dejó herido, entre otros, al ministro de Interior paquistaní, Aftab Sherpao.

El ataque, obra de un kamikaze, ocurrió en Chasaba, cerca de la ciudad de Peshawar -provincia de la Frontera Noroeste y fronteriza con Afganistán-, en un mitin en el que intervino el misistro de Interior.

Según fuentes del espionaje paquistaní, los guardaespaldas del ministro impidieron al miliciano islamista acercarse a Sherpao después de que concluyera su intervención, y el kamikaze hacía explotar su carga poco más tarde.

Mohamed Jan, un portavoz de la Policía, explicó que el ministro sufrió heridas leves y que se encontraba en condición estable. Fue trasladado a un hospital de Peshawar.

Jan informó también de hay al menos otros 23 heridos, diez de loc cuales estarían en estado crítico. Entre los heridos estaría el hijo del ministro, Sikandar Jan Sherpao, y algunos parlamentarios y funcionarios de la seguridad paquistaní.

Según el oficial de la Policía de Peshawar Mohamad Sharif Virk, los restos hallados en el lugar del suceso apuntan a que el atentado lo perpetró un kamikaze de aparente origen afgano. En la provincia de la Frontera Noroeste viven centenares de miles de afganos.

El ministro del Interior es un estrecho aliado de Musharraf y respalda abiertamente la política estadounidense de guerra en la región.

El ministro preside una facción propia del Partido Popular de Pakistán que, en el pasado, pertenecía al partido de Benazir Bhutto, del que se escindió en 2002.

Por su parte, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf suspendió la visita que iba a realizar a Turquía, donde hoy tenía previsto entrevistarse con su homólogo afgano, Hamid Karzai, y regresó a su país.