El Quijote Arena se apropia de la imbatibilidad navarra
San Antonio cae ante el Ciudad Real, pierde su condición de invicto y cede el liderato a los manchegos
CIUDAD REAL
Aritz SORZABAL | DONOSTIA
Ciudad Real mantuvo ayer su imbatibilidad casera a costa de la del Portland San Antonio, al que nadie había derrotado hasta ayer en lo que llevamos de competición liguera. El embrujo del Quijote Arena, que se mantiene inexpugnable en Liga desde hace dos años y medio -desde que el Barcelona de Nagy, que anotó 14 goles en aquel encuentro, venciera a los manchegos por 30-36-, desplazó del liderato a los navarros y aupó a los locales a lo más alto de la clasificación.
A falta de cinco jornadas, los jugadores de Zupo Ekisoian tienen por delante la difícil misión de vencer en las canchas del Barcelona y del Ademar de León y esperar un tropiezo del Ciudad Real si quieren lograr el título. Los castellanos tienen como partido más difícil el que le enfrentará en la última jornada al Barcelona, que se está jugando el tercer puesto que da acceso a la Liga de Campeones. El problema es que ese duelo se disputará en el inabordable feudo machego.
En cuanto al choque de ayer, los antonianos perdieron el partido y el liderato en la primera mitad, en la que se vieron totalmente desbordados. Tras un inicio esperanzador (1-3), las cosas se torcieron merced a un parcial de 6-1 sustentado en las paradas de un inspirado Sterbik y en la magistral dirección de Zorman (7-4). En los siguientes minutos, no hubo color. Mientras los navarros coleccionaban pérdidas de balón, los manchegos martilleaban la portería vasca de la mano de Stefansson. El 17-11 del descanso reflejaba lo que estaba sucediendo en la cancha.
Nueve goles abajo
El inicio de la segunda mitad no fue nada halagüeño, ya que los locales abrieron una brecha de nueve goles (21-12). Con todo perdido, Portland recuperó su juego y comenzó a combinar con la segunda línea.
Tres goles consecutivos de Nikolic, la aparición de Balic y el empuje de Lozano acercaron a los navarros a cuatro goles (25-21, 28-24 y 29-25), pero ya no quedaba tiempo para más. Portland estuvo ausente 40 minutos, un lastre con el que es imposible ganar en Ciudad Real.
Por lo menos, Portland fue capaz de igualar el gol-average, ya que en Iruñea venció por tres goles. No obstante, puede que no le valga en caso de empate, ya que el cómputo general favorece al Ciudad Real.
La baja de Kjelling y el mal partido de Vugrinec limitaron mucho el juego de ataque antoniano. La portería y la defensa tampoco funcionaron como en otras ocasiones.