Las zonas peatonales tienen ventajas e inconvenientes, pero resulta lamentable que por errores de los políticos y técnicos encargados de su gestión, los problemas se vean acentuados. Este es el caso de la peatonalización en la calle Solozelai de Laudio. Una calle peatonal, diseñada desde su origen en 1979 para el uso del automóvil en caso de urgencia y necesidad extremas, se ha convertido en una mancha negra de la zona peatonal municipal, tras construirse en el año 1999 un nuevo edificio de viviendas que rompió las pautas de acceso de las edificaciones existentes: acceso peatonal a los portales por la calle Solozelai y entrada a los aparcamientos subterráneos de coches por las paralelas y colindantes. En el último edificio, la entrada al garaje se realizó por la calle peatonalizada, lo que provoca el uso simultáneo de coches y viandantes, con el riesgo epara estos, sobre todo, para los niños que corretean junto a la zona de juegos. Esto se hubiera evitado si no se hubieran cambiado las pautas de los edificios pre-existentes y se hubiera previsto en el nuevo edificio el paso rodado desde la calle Izoria o desde una calleja, totalmente idónea para este fin por carecer de viviendas y con entrada por la Fuente «Las Merluzas», en la calle Virgen del Carmen, en el lado NE del edificio de la Escuela Municipal de FP.