Los que hemos tenido la suerte de compartir algún momento contigo sa- bemos valorar tu capacidad de discernir y tus acertadas opiniones, hoy en día un bien muy escaso en la tan manoseada Justicia, tan prostituida como absurda, que se deja llevar por decisiones interesadas.

Para los que desconocemos los entresijos de las leyes escritas e interpretadas por hombres, te aseguro que nos has servido para creer algo en su origen y en su finalidad, aunque sea como tú de crítico.

Sí compañero Joaquín, estoy echando de menos tu socarronería y tu inteligente opinión ante los últimos sucesos que venimos padeciendo muchos miles de ciudadanos de esta tierra tan injustamente tratada, porque justo ahora que desearía algún sabio consejo o unas palabras que nos mantuvieran la ilusión de poder soñar con algún día de paz, libertad y justicia social, no estás ya; justo ahora que los compañeros de oficio pero no de la misma calidad humana, acaban de festejar sus odios con nuevas decisiones «legales» ajustadas para dar muerte social a una ideología y a los ciudadanos que lo defienden, y llevan años insistiendo en ello, con el beneplácito de los negociantes en esta situación atípica.

Vivimos persecuciones ideológicas que, como bien saben y sabemos todos, dejan a una parte de este país que tanto quisiste sin ninguna posibilidad de representarse a sí misma, defender sus ideas e intereses... en fin todos tenemos hoy y últimamente menos libertad, por más que los autoproclamados demócratas miren a otro lado. Aún lo mas básico está sin garantizar a muchos miles de ciudadanos, ya sabes Joaquín, al igual que el robo de la gallina merecía más prisión que los robos de vidas obreras, aquí no se han recuperado ni aceptado los mínimos derechos en cuanto a las libertades que se defendían en tu querida república.

Espero no perder nunca la fuerza de tus palabras en mi memoria y ese sentido abrazo último que me distes en Bermeo, en la charla de apoyo a los familiares de los presos políticos, hasta en eso eras valiente y comprometido. Me es difícil valorar lo oído y la frescura y el compromiso consecuente con tus ideas. Ese día vi sonrisas e ilusión en quienes escuchamos, muchos sentimos mas ánimos para soñar y perseguir lo que otros creen utópico y que será realidad mal que les pese.

Compañero Joaquín, he disfrutado mucho de tus opiniones en las tertulias, siempre con citas y sabias razones. Aunque estuvieras en Madrid eras más vasco que muchos que se llenan de gestos, colores y palabras vacías y que dicen representarnos. Sí, tus palabras y actos van a servirme de referente y valor a alcanzar, lo tengo muy difícil.

También queda pendiente mi invitación a que veas el querido mar Cantábrico desde mi casa, hoy lo veo un poco más triste y bravo. Me da rabia pensar que gente de tu valía también se va, como todos, pero ¿sabes? he hablado mucho de ti estos días con compañeros y todos reflejaban una sonrisa al nombrarte, algún dicho tuyo aparecía como recuerdo y el justo dolor de todos los que te queríamos de una u otra forma, repito, porque pocos podrán tener tu valía y coraje al defender las ideas. Un abrazo póstumo de mi parte, Compañero Joaquín Navarro.