El islandés Baltasar Kormákur ya está harto de que comparen su película con «Fargo», de los hermanos Coen, pero es el riesgo de rodar un thriller policiaco en ambientes gélidos de Minnesota para luego ganar el Premio de la Crítica en el festival especializado de Cognac. Después de darse a conocer entre nosotros con «101 Reikjavik», distribuida con normalidad gracias a la intervención en el reparto de Victoria Abril, ha querido acercarse al cine independiente norteamericano tomando prestados algunos de sus mejores actores. Nada menos que el oscarizado Forest Whitaker es el protagonista absoluto, encargándose de la investigación de varios casos cruzados. Aunque se comporta como un detective, en realidad es un agente de seguros que deberá examinar una serie de accidentes que podrían haber sido provocados.

Detrás de toda la historia hay una póliza millonaria y las pistas apuntan a intentos de fraude en tres sucesos, salpicados por detalles tan sospechosos a simple vista como que en un autobús siniestrado aparezcan más víctimas que el número de billetes expedidos a los pasajeros. El casi olvidado Peter Coyote reaparece en el papel del jefe de la compañía de seguros, añadiendo interés a una producción que aspira a ser catalogada de rareza llamativa.