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El Kursaal se transforma en un gran mercado y museo de la imagen

Un millar de fotografías y vídeos han tomado la mayoría de las salas y pasillos del Kursaal. Los coleccionistas pudieron visitar el gran mercado de la imagen ayer, y podrán hacerlo también hoy. El público tendrá que esperar al fin de semana para ver lo que se mueve en el ámbito de la fotografía y el vídeo.

Kristina MARTIN

Los galeristas que se dan cita en DFOTO hasta el domingo apuraron hasta el último minuto de la mañana de ayer para organizar sus espacios en el Kursaal y recibir a los coleccionistas y otros profesionales del arte que visitaron los stands por la tarde.

La Feria Internacional de Fotografía y Vídeo de Donostia, organizada por la Fundación Ordoñez-Falcón, se ha decantado en su cuarta edición por los artistas emergentes, aunque no faltan obras de fotógrafos consagrados. La oferta es muy variada: 41 galerías de Europa y EEUU, artistas jovencísimos que despuntan y maduros consagrados, grandes y pequeños formatos, color y blanco y negro, fotografía abstracta y figurativa, además de vídeo.

Con respecto a los precios, hay obras por 600 ó 1.000 euros y otras se cotizan a 40.000. El valor que se da a las obras depende sobre todo del prestigio del artista al que pertenecen, pero también está condicionado por si la pieza es única o se han editado varias copias.

Por otra parte, DFOTO innova en la forma de presentar las imágenes: aparte de los vídeos, se pueden visualizar las fotografías proyectadas en las pantallas, como si de diapositivas se tratase. Es el caso de la galería Juan Silio, de Santander. Algunos elementos de las fotografías se van difuminando en la pantalla mientras otras imágenes cubren ese vacío. Según explicaron los organizadores de la feria, el artista hace con ello una reflexión sobre lo perecedero: con la imagen digital, un simple corte de luz o una avería en el ordenador puede hacer que la huella de nuestros recuerdos familiares desaparezcan en sólo un instante.

Otra manera curiosa para ver las imágenes es la que propone ProjecteSD, de Barcelona, en cuyo espacio se puede ver un vetusto aparato que proyecta las fotografías sobre la pared.

Los artistas vascos también están presentes en DFOTO. Aunque sólo hay una galería de Euskal Herria, la iruindarra Moisés Pérez de Albéniz, que ha seleccionado fotografías de Jon Mikel Euba, Ibon Aranberri, Txomin Badiola, Pello Irazu o Itziar Okariz, otras galerías, como Estiarte, una clásica de Madrid, ha traído obra de Darío Urzay y José Ramón Amondarain.

La galería Espai Visor, de Valencia, es una de las primeras del Estado español que apostó por la fotografía. Es una veterana de DFOTO y, siguiendo los criterios de la organización, ha elegido imágenes de artistas consagrados, como el cotizado Hamish Fulton, cuyas obras son de las más caras (unos 31.000 euros), y Lynne Cohen, quien «trabaja espacios humanos pero en sus fotografías no aparece ninguna persona», explicó el director de la galería. También están los últimos trabajos de Joan Fontcuberta (se pueden comprar unos 6.000 euros) y de Miguel Trillo, un artista que ha documentado la llamada movida madrileña y las tribus urbanas desde los años 80. Por otra parte, esta galería apuesta fuerte por el vídeo, pese a que los coleccionistas son aún reacios con este formato. «La mayoría son coleccionistas institucionales y extranjeros», señaló el galerista. Aun así, el año pasado se arriesgaron y les salió bien. «Vendimos más vídeo que fotografía», añadió. Por eso, este año repiten y con una oferta más amplia: vídeo documental de creación, cinematográfico y de animación.

La galería madrileña Oliva Arauna, que participa por primera vez en la feria, destaca los trabajos del brasileño Miguel Ángel Río Branco y del sudafricano Zwelethu Mthethwa. Este último se decanta por la fotografía social. Tiene en su haber dos series que reflejan el duro trabajo en el campo y en las minas de su país. La de Donostia muestra cómo incluso los más pobres se esfuerzan en decorar sus chabolas con objetos y revistas que recogen de la calle. El fotógrafo Gabriele Basílico, por su parte, presenta la imagen «destruida pero con vida» de Beirut (Líbano) hace 12 años, una imagen no muy distinta de las que se pudieron ver el pasado verano tras los bombardeos israelíes. Totalmente diferente es la fotografía del polvo visto a través del microscopio que propone esa misma galería.

Este mercado de la imagen, un lugar de compra-venta, pero también de exhibición de las últimas tendencias en este ámbito artístico, abrirá sus puertas al público mañana y el domingo.

 

Feria «humana"

Dos grandes estrellas de la feria son Soskine y The Project, las dos galerías de Nueva York. Soskine, que se estrena en DFOTO, no es especialista en fotografía, pero le atrae de la feria «su tamaño humano, que se puede visitar sin perderse».

jóvenes y maduros

La galería Grita Insam (Viena) presenta artistas de todas las edades. Desde Katharina Stiglitz, una estudiante de 27 años de la Universidad de Viena, hasta fotógrafos de 60 años con una vasta carrera a sus espaldas y obras que cuestan 40.000 euros.

Precios variados

Los precios oscilan entre los 600-1.000 euros a los 40.000. Una obra de la veinteañera Laurence Demaison, que trae Soskine (Nueva York) cuesta 1.000 euros, mientras que una fotografía de Cándida Höfer - en la galería Fúcares (Madrid)- ronda los 40.000.

precursor del color

La galería Oliva Arauna (Madrid) presenta un tríptico del brasileño Miguel Ángel Río Branco (29.000 euros), uno de los primeros que se atrevió con el color cuando en la fotografía artística sólo se concebía expuesta en blanco y negro.

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