Un total de 151 personas que se definen a sí mismas como «independientes» procedentes de diferentes ámbitos dieron ayer su apoyo mediante un manifiesto a la coalición Nafarroa Bai -integrada por Aralar, Batzarre, EA y PNV- de cara a las elecciones del 27 de mayo. Dicho texto ha sido suscrito, entre otros, por el ex rector de la UPV Pello Salaburu, el profesor universitario Goio Monreal, los escritores Bixente Serrano y Aingeru Epaltza o Enrique Villarreal El drogas.

El documento, leído por la periodista María Solana en Iruñea, subraya que «de hacer caso a algunas voces, parecería que Nafarroa se juega su ser o no ser y su pervivencia como identidad diferenciada en las elecciones municipales y autonómicas del próximo 27 de mayo». A su juicio esta situación es «falsa», ya que en Nafarroa «lo que realmente se va a dilucidar en los próximos comicios es la continuidad de un gobierno conservador, con casi tres legislaturas en el poder, o su sustitución por uno de progreso».

Para los firmantes, los años de gobierno por parte de UPN «han acentuado algunas de las lacras del postfranquismo, caracterizado por una Nafarroa oficial exclusivista y obsesionada con un `enemigo exterior', donde sus habitantes son continuamente divididos en buenos y malos navarros con el fin de amedrentarlos y amordazarlos».

Una situación que al parecer de estas 151 personas «contribuye una situación de violencia que no acabe de superarse, por cuya continuidad parece apostar este gobierno para perpetuarse en el poder, mientras, la propaganda oficial nos presenta la imagen de una comunidad próspera, que aúna el sano tradicionalismo con envidiadas cotas de bienestar».

Asimismo, consideran que «a la sombra de tal discurso se ha llevado a cabo una política que prima los intereses de los grupos económicos sobre los de la mayoría, que agrede al patrimonio histórico, cultural y lingüístico, degrada el medio ambiente, promueve el desequilibrio territorial y ni tan siquiera garantiza el acceso a la vivienda de la gente joven y sectores desfavorecidos».

Por todo ello, aspiran a construir «una Navarra diferente, en la que quepamos todos y todas, con independencia de nuestras adscripciones particulares, el idioma que hablamos, nuestro lugar de nacimiento o nuestra opción sexual».