Alrededor de un centenar de vecinos de los distintos barrios de Altza se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Donostia para criticar la «agresividad de la política» urbanística que el Consistorio aplica para con esta zona. Quizás el proyecto de Auditz-Akular-Landarro, en el que se prevén construir alrededor de 3.000 viviendas, es el que más revuelo a provocado entre los vecinos del barrio. De hecho, varias asociaciones llevan más de seis años contestando el citado proyecto que, haciendo oídos sordos a las reclamaciones vecinales, fue aprobado provisionalmente el pasado viernes.

Sin embargo, «otros planes de menor entidad territorial pero con fuerte impacto en el suelo urbano de Altza están provocando también movilizaciones de distinto signo». Por ello, los diferentes colectivos realizaron ayer un acto conjunto. Y es que, en su opinión, a todos «aqueja un mismo mal... la falta de consideración del Consistorio y sus concejales para con los graves problemas de Altza».

Denuncian que el Ayuntamiento sigue ninguneándolos y olvidándolos «desde hace más de treinta años, desde que promotores y constructores se cebaron en los amplios campos y colinas de Altza para construir sin orden ni concierto y embolsarse plusvalías multimillonarias a costa de la necesidad de vivienda de los trabajadores, y con la permisividad y colaboración del Ayuntamiento».

Así, los concentrados dieron cuenta de todos los proyectos que afectan a Altza: la edificación de 52 viviendas en Bertsolari Txirrita, en Larratxo; el problema provocado por la falta de aparcamientos de Buenavista, tras la edificación de 388 viviendas en la zonas; las carencias de equipamientos del barrio de Herrera y la próxima construcción de más viviendas y una variante; la construcción de una torre de nueve plantas en Lardi Alde; y el proyecto de Auditz-Akular-Landarro.

Afirmaron que el común denominador de las quejas vecinales es la exigencia de respeto y consideración a la población actual de Altza. Asimismo, los vecinos de la zona exigen que no se agrave más sus «ya maltrechas condiciones de vida» y que se regeneren y redignifique una zona urbana «que ha sido objeto hasta la actualidad de un desarrollo urbanístico desordenado y desequilibrado».

Criticaron «los planes expansionistas» que el Ayuntamiento tiene para con Altza, al considerar que este distrito no puede acoger más crecimiento sin ser previamente regenerada. Asimismo, consideran que es preciso utilizar los suelos libres que quedan en la zona para esponjar las zonas altamente densificadas.