Trabajadores de Arkema iniciaron ayer un encierro de 24 horas en Alonsotegi, que concluirá a las 10.00 de hoy y tras el que están citados a una reunión con representantes de la Delegación de Trabajo, a mediodía, en la que también participará una representación de la empresa.

Con el lema «Arkema vende obreros», la plantilla ocupó las escuelas, frente al edificio consistorial. Representantes de los trabajadores destacaron que pretenden socializar así su denuncia y reclamar que se aporte una «solución ya», además de informar a la opinión pública la actitud «tozuda» de la empresa.

Con respecto a la reunión con la Delegación de Trabajo, avanzaron que explicarán su propuesta y reconocieron que «nos interesa que la empresa diga qué argumentos tiene para no aceptarla».

Venden parte de la actividad

Sobre los antecedentes de este conflicto, el responsable comarcal de ELAN, Alberto Vallés, explicó que la empresa comunicó en marzo la venta de una parte de la actividad, llamada «floculantes», por considerarla deficitaria y destacó la inconsistencia de una operación, sobre la que la misma dirección dice que perderá 4 millones de euros.

«Lo que estamos pidiendo son garantías y condiciones para los trabajadores que van a vender y la empresa está tozuda», apuntó.

A esa propuesta, según las mismas fuentes, la empresa ha respondido que «aceptaría el tema de los despidos hasta 2016, pero solamente la reversión de 7 de los 11 trabajadores». Es en este punto en el que la plantilla afirma que no transigirá, porque según subrayaron, «no vamos a dejar a ni un sólo trabajador tirado, porque no hay ninguna justificación para ello».

«Creemos que la empresa actúa con tozudez y que detrás de su postura hay una estrategia de «intentar disciplinarnos por otros motivos, por otras luchas sindicales que hemos tenido», indicó Vallés.

En ese contexto, el representante de los trabajadores, opinó que Arkema «mantiene actitudes más propias de gansters», entre las que citó el envío de cartas a los trabajadores a casa.