El programa «59 segundos» sigue siendo la plataforma de los discursos más aberrantes, más antidemocráticos y más golpistas. Sucede en una televisión pública, TVE, y en nombre de una supuesta libertad de expresión, pero el «todo vale» es un lema que no solamente ondea en el mástil de algunos cuarteles, sino que se ha instaurado en la vida televisiva-política-judicial. Desde mi punto de vista, el programa ha sucumbido al estilo de la extrema derecha mediática, a que se pueda insultar, difamar, soltar las mayores barbaridades y mentiras sin que nadie te reproche absolutamente ni una coma. Bueno, enfrente, aparecen otros que defienden en un noventa por ciento lo mismo, pero tienen un diez por ciento para hacer ver que se diferencian. Es el estilo de moda en la oposición y en algunos gobernantes.

Uno no se puede sentir muy tranquilo siendo súbdito obligado de una monarquía en la que un juez con perrita intenta hacer un fraude de ley para hacerse con un caso de agitación fascistoide para anular las escasas posibilidades que tienen unos ciudadanos de votar a quien le pase por las meninges, los calostros o las tarjetas de descuento. Que el destino de unas listas dependan de un juez con perrita o un juez con parálisis facial, es decir del resultado de la pugna entre dos jueces estrellas, es verdaderamente poco saludable. Pero si además, uno sentado frente al electrodoméstico ve y escucha a un señor diciendo que tiene dudas sobre la ley de partidos, que algunos pueden pensar que se trata de un «Guantánamo electoral», pero a renglón seguido dice que «quizás nos hemos pasado», pero sigue amenazando con instar a quien sea para anular lo ahora consentido, lo cierto es que no dan ganas de renovar el carné de la piscina. Lo que ya realmente produce asco es que estas insinuaciones partan del fiscal general del Estado.

Todo pasa, todos se pasan. Pero en Cuatro nos ofrecen un vídeo grabado por un constructor corruptor que degusta cómo se negocian los millones de las comisiones con los corruptos. El corruptor lo saca a la luz porque no ofreció lo suficiente y le dieron el chanchullo a otro. Una plantilla modélica de todos los asuntos de corrupción. Todo vale.