Varias exposiciones individuales así como un proyecto audiovisual a largo plazo fue lo que presentó ayer el Centro Cultural Montehermoso dentro de su programación para los próximos cuatro meses. Además de las producciones de los artistas Ricky Dávila, Mabi Revuelta y Karmelo Bermejo, el director del centro, Xabier Arakistain, habló del novedoso proyecto que con una duración de cuatro años pretende poner en solfa la historia de los estereotipos sexistas en el arte y la historia.

«Disparos eléctricos»

«Contraseñas. Nuevas representaciones sobre la femineidad» es un proyecto que tiene como objetivo desvelar, cuestionar y rebatir los mecanismos y el sustrato sexista de la iconografía artística dominante sobre las mujeres y la femineidad desde la década de los 60 hasta la actualidad. «Contraseñas» está compuesto por doce ciclos cuatrimestrales, comisariados por doce profesionales del panorama artístico internacional y se desarrollará durante cuatro años.

El primero de los ciclos de este proyecto colectivo lo inaugura la selección de vídeos realizada por la comisaria Susana Blas. «Mi contribución a este intento de compilar obras emblemáticas que aborden desde perspectivas diversas la crítica a los estereotipos patriarcales sobre el cuerpo femenino, parte de una puesta en cuestión de la historiografía anglosajona, combinando piezas de otros contextos que generen un diálogo fructífero», recoge Blas.

En este sentido, las nueve perspectivas feministas de vídeo seleccionadas por la madrileña llevan por título «Disparos eléctricos» y aúna piezas de distintas épocas, como son las de las artistas Eugenia Blacells, Hannah Wilke, Itziar Okariz, Hester Scheurwater, Pipilotti Rist, Marina Núñez, Ximena Cuevas, Carmen Sigler y Sadie Benning.

Otra de las propuestas de Montehermoso son las exposciones individuales de Mabi Revuelta y Karmelo Bermejo, que se pueden visitar hasta el 20 de junio en la planta baja del edificio. Igualmente, pueden contemplarse las fotografías de gran formato en blanco y negro con las que Ricky Dávila muestra su mirada y transporta al vistante a la realidad de Manila, hasta el 1 de julio, en el depósito de aguas.

Las piezas artísticas de Karmelo Bermejo, según él mismo explica, «constituyen un gasto improductivo de dinero público que produce un beneficio privado». Claros ejemplos son los 3.000 euros utilizados en comprar libros de Bakunin para quemarlos en una plaza, o los 50 tickets de compra del trayecto en bus, en el que no viajó nadie a excepción del chófer, de Bilbo a Madrid. Ambas acciones y otras más quedan recogidas en «Ostentación y gasto improductivo». Por último, Mabi Revuelta reflexiona sobre el paso del tiempo y la intensidad de la vida con tres instalaciones que responden al título de «Diamantes en Bruto».