UGT sostiene que la planta de Galdakao que el grupo luxemburgués Rotarex pretende cerrar sería viable «con un plan de redimensionamiento de activos y recursos».

El sindicato acusó al grupo multinacional de «retirar toda la carga de trabajo de la planta vizcaína para mantener su fondo de comercio y servirlo desde otras fábricas del conglomerado industrial». En un comunicado, UGT indicó que la presentación de un procedimiento concursal voluntario (suspensión de pagos) ante el juzgado, es un medio «para deslocalizar la planta a un menor coste económico».

La fábrica emplea a unos 40 trabajadores y se dedica al desarrollo de válvulas y reguladores para el sector industrial. UGT insistió en que el grupo había preparado desde hace tiempo su cierre y que para ello le había encomendado intencionadamente la fabricación de piezas en pérdidas.