El autor analiza la situación que se abre en Timor Leste tras la victoria en las elecciones presidenciales de José Ramos Horta, cuyo cargo de primer ministro lo ocupa desde ayer Estanislau da Silva, del Fretilin. El 30 de junio se celebran comicios legislativos. Recientemente, «The Economist» reconocía que la victoria de Ramos Horta en las presidenciales era una primera etapa, que podría completarse si en las elecciones parlamentarias de junio, Xanana Gusmao, con su recién creado CNRT, derrota al Fretilin y consigue el puesto de primer ministro. Tal vez sea la única publicación occidental que no ha tenido reparo en airear el objetivo final de determinados actores en torno al futuro de Timor Leste.

Los aviones del Ejército de Israel continuaron ayer bombardeando objetivos vinculados con Hamás de la ciudad de Gaza, mientras los enfrentamientos entre este grupo y Al Fatah no cesaron. Los llamamientos a la unidad palestina para hacer frente a la ocupación sionista resultaron, un día más, inútiles. Pese a los bombardeos, volvieron a caer cohetes artesanales Al Qassam en la localidad hebrea de Sderot, situada en la frontera con Gaza.

Al menos trece personas murieron y más de treinta resultaron heridas en el atentado con bomba contra la Mezquita Mecca de Hyderabad, al sur de la India. Ayer era día de oración y en el templo había unas diez mil personas. Las principales ciudades del país están en alerta.

«Con la abstención, la población argelina ha exigido la necesidad de cambio real de sus condiciones de vida. ¿Pero, cuándo será escuchada?», se pregunta la periodista Elena Beloki a la hora de analizar las elecciones del jueves en Argelia. Sólo el 35,51% de los argelinos participó en el escrutinio legislativo del jueves en Argelia. Esta tasa de participación manifiesta el escaso interés de la ciudadanía por la Asamblea Nacional y dibuja la fractura existente entre los dirigentes y la población argelina.

La cumbre entre Rusia y la Unión Europea acabó ayer ensombrecida por la detención en Moscú del líder opositor Gary Kasparov, el debate sobre derechos humanos y, como se esperaba, sin acuerdos concretos.