El posible interés del Glasgow Rangers escocés por hacerse con los servicios del central rojillo Carlos Cuéllar para la próxima temporada se convirtió en el centro de atención en las instalaciones de Tajonar durante la sesión preparatoria de ayer. Según se ha publicado en medios escoceses, el equipo eliminado por los navarros en los cuartos de final de la UEFA estaría muy interesado en el defensor.

De todos modos, como es lógico y comprensible, el jugador rojillo eludió hablar del tema y acertó a zanjar la cuestión con una sabia mezcla de humor y seriedad. «El Glasgow interesado en mi... pues no soy muy guapo -contestó entre las carcajadas del personal-. Ahora sólo estoy centrado en mi equipo y en conseguir la permanencia», sentenció el madrileño.

De finales y ridículos

Aunque Cuéllar no quiso calificar de final el partido de mañana ante el Levante, no ocultó la gran importancia de lograr los tres puntos ante un rival directo en la lucha por la permanencia. «Es un partido importantísimo, porque si ganamos, tenemos un 99% de posibilidades de conseguir la permanencia. Está claro que no se puede perder, ya que todo lo que sea puntuar nos permitirá mantener la distancia y con una jornada menos», opinó el jugador de Osasuna.

La palabra que el defensa no dudó en utilizar fue «ridículo» para describir la derrota de hace dos años en el Ciudad de Valencia (4-0). «Ése sí que fue un partido en el que hicimos el ridículo; y no el de Villarreal, que pudimos ganar durante varias fases. Todos hemos espabilado. Además, cuando el equipo ha necesitado los puntos, los ha sacado. Hemos dado la cara en Europa y ahora hay que darla en la Liga», declaró Cuéllar.

Además de hacer autocrítica por la gran cantidad de goles encajados -se refirió a Osasuna como «un equipo blandito» en los últimos partidos-, Cuéllar reconoció que «quizá hemos estado en una nube con Europa, pero la UEFA ya ha pasado y ahora nos debemos de centrar en la Liga, porque tenemos tres enfrentamientos directos y no podemos llegar al último partido jugándonos la vida».

Se atrevió a pronosticar la salvación en 39 ó 40 puntos y, aunque antepuso una victorias propia, pidió un empate entre Real y Celta para el domingo.