El penúltimo desplazamiento de la liga Asobal lleva al Bidasoa camino de Granollers en cuya pista va a disputar el partido más decisivo, ya que, si pierde habrá certificado su descenso. Si consigue la victoria deberá esperar otros resultados para saber si aún tiene alguna esperanza.

No hay un solo punto de optimismo en el entorno del equipo. La derrota del pasado sábado ante el Torrevieja hundió al equipo vasco en el fondo de la clasificación y desembocó en unas duras declaraciones del presidente José Ángel Sodupe que han caído muy mal en el vestuario. El presidente entendió, e hizo público, que los jugadores afrontaron ese encuentro sin implicarse. El vestuario no ha entendido su actitud, sobre todo si se tiene en cuenta que la entidad les ha adeudado hasta hace pocos días tres mensualidades y las primas conseguidas en el ejercicio anterior tras lograr su clasificación para la EHF.

En medio de este enrarecido ambiente, el equipo ha entrenado con relativa normalidad. El club ha iniciado conversaciones para conocer si algunos jugadores, con los que pretende contarse en caso de descenso, están dispuestos a continuar. Así las cosas, se han mantenido reuniones, al menos, con Alex Tioumentsev, Unai Arrieta y Asier Aranburu.

Julián Ruiz cuenta para el encuentro de hoy con la totalidad de su plantilla disponible, excepción hecha de los lesionados de largo alcance.